En un Día, España, Paises, Toledo

Toledo, España: Nuestro Recorrido de un día

Cualquier época del año es buena para llegar hasta Toledo y caminar por sus calles estrechas llenas de historia. Más aún cuando se encuentra tan cerca de Madrid, donde sólo toma 25 minutos el trayecto a Toledo desde la Estación de Atocha. A esta ciudad se le conoce como la “Ciudad de las Tres Culturas”, producto de la convivencia desde tiempos muy antiguos entre moros, judíos y cristianos. Y tan pronto llegas a su estación de trenes, lo confirmas.

Estación Ferroviaria de Toledo

La estación ferroviaria de Toledo es sin duda, una de las más bellas de España. Está ubicada al oeste del río Tajo y fue inaugurada en 1919 en sustitución de una estación anterior de 1800. Su estilo es principalmente “neomudéjar” y hay que tomarse un tiempito para poder apreciar los detalles que la hacen única. Se destaca en su exterior su torre donde se ubica el reloj, elemento importante de toda estación de tren.

Puente de Alcántara 

Como es nuestra costumbre, tomamos rumbo al casco histórico a pie por el Paseo de la Rosa hacia el Puente de Alcántara, que, en tiempos antiguos, daba entrada a la ciudad. Situado a los pies del Castillo de Servando, su construcción se llevó a cabo en la época romana y a lo largo del tiempo, sufrió varios daños para ser reconstruido y modificado. Fue declarado Monumento Nacional en 1921.

Atravesamos la torre llegando al otro extremo del puente de Alcántara y divisamos otra puerta que nos invitó a descubrir la ciudad, a la manera antigua, subiendo los escalones que poco a poco nos llevarían a la cima, a su casco histórico. Para el que no pueda hacer esta subida, pueden usar las escaleras eléctricas de Safont. Tanto la subida por los escalones de piedra, como por las escaleras eléctricas, llevan a un “Miradero”, donde se pueden apreciar unas vistas panorámicas muy bonitas de Toledo.

Las Puertas de Toledo 

La ciudad llamada antiguamente “Toletum”, se conocía antes de la época romana por ser una “pequeña ciudad fortificada por su ubicación”. Roma fortificó aún más la ciudad con muros y accesos, logrados a través de una serie de puertas o portales. Y los moros contribuyeron por su parte para asegurar la ciudad aún más. Incluso hoy, se entra al casco antiguo de Toledo a través de sus puertas.

Puerta Antigua de Bisagra o de Alfonso VI

La Puerta Antigua de Bisagra, es también conocida con el nombre de Puerta de Alfonso VI, ya que según la tradición entró por ella el rey cuando reconquistó Toledo en 1085. De este modo se distingue también de la Puerta Nueva de Bisagra, que se encuentra muy cerca de ella. Era la entrada principal de la ciudad y es de origen musulmán, del siglo IX. Conserva su estructura frontal prácticamente como en su origen, ya que se cubrió durante muchos años, al abrirse la nueva Puerta de Bisagra en tiempos de Carlos V.

Puerta Nueva de Bisagra

La Puerta Nueva de Bisagra, del siglo XVI, es una de las puertas más monumentales de Toledo. Está ubicada en la zona del Arrabal, sirviendo de acceso de entrada y salida de la ciudad. Lo que más impresiona de la Puerta de Bisagra es su gran “arco de triunfo” y sus dos torreones. En su construcción se utilizó un estilo clásico donde se incorporaron los símbolos imperiales que se observan en la fachada principal, y que le dan ese aspecto sólido y muy militar. La Puerta Nueva de Bisagra, sustituyó a la Puerta Antigua de Bisagra o Puerta de Alfonso VI, del siglo X, que daba acceso a Toledo por su lado norte.

Puerta del Sol

La Puerta del Sol es una de las puertas de Toledo que siempre nos saca una sonrisa. Fue construida por los Caballeros Hospitalarios, orden fundada en el Hospital de San Juan en Jerusalén. Un relieve del Sol en el arco le otorga el nombre a esta puerta que se encuentra en muy buen estado de conservación. Curiosamente, un sarcófago paleocristiano se encuentra debajo de la ventana central.

Puerta de Valmardon 

Luego encontramos la puerta de Valmardon o Bal al-Mardum, que data del siglo X, siendo la más antigua de la ciudad. Es por esta puerta que se llega a la Mezquita del Cristo de la Luz, uno de los puntos importantes a visitar. Dicen las leyendas que, al cruzar esta puerta, el caballo de Alfonso VI, se detuvo delante de lo que hoy día es la Mezquita del Cristo de la Luz, negándose a continuar su marcha.

Mezquita del Cristo de la Luz 

Al llegar a la Mezquita del Cristo de la Luz, compramos la Pulsera Turística que nos permitió descubrir “Toledo Monumental”. Por solo 12 euros (precio del 2023), se puede entrar a siete de los monumentos más importantes de la ciudad y entre ellos se encuentra esta mezquita.

Inspirada en la Mezquita de Córdoba, la del Cristo de la Luz es una construcción que data del año 999. Se compone de la mezquita antigua y una capilla cristiana incorporada por Alfonso el Sabio al conquistar la ciudad. Debajo del lugar se evidencia la huella de los romanos. La Mezquita del Cristo de la Luz se trata de un espacio pequeño, pero muy rico. Es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura hispanomusulmana y mudéjar en España. Es un obligado visitarla.

Iglesia de San Ildefonso 

Luego, nos detuvimos en la Iglesia de San Ildefonso, conocida como la Iglesia de los Jesuitas. Una iglesia muy hermosa, de estilo barroco, donde tuvimos la oportunidad de subir a una de sus dos torres para disfrutar de una vista panorámica envidiable de la ciudad de Toledo. Se construyó bajo la advocación del patrón de la ciudad y las obras se prolongaron más de cien años, comenzando en el año 1629 con un diseño que seguía el modelo de planta de las iglesias jesuitas.

En el interior se aprecia su nave principal en forma de planta de cruz latina, de grandes dimensiones y de color blanco. En dicha nave se destaca la cúpula elevada sobre el crucero. El retablo en su Altar Mayor está pintado al fresco, con la técnica del “trampantojo”, que no es otra cosa que la ilusión de arquitectura fingida creada con pintura al fresco, enmarcada por columnas y marco pintados en perspectiva. La subida a una de sus torres bien vale la pena, no solo por los detalles que se pueden apreciar de su arquitectura, sino también de las vistas hermosas que desde allí se aprecian de Toledo.

Real Colegio de Doncellas Nobles

Otro de los lugares que incluye la Pulsera Turística para visitar es el Real Colegio de las Doncellas Nobles. Esta institución fue fundada en el año 1551 por el arzobispo de Toledo y cardenal Juan Martínez Silíceo, teniendo como objetivo la educación de jóvenes como buenas madres de familia. Las jóvenes provenían de familias humildes y otras procedentes de familias nobles procedentes de toda Europa.

El Real Colegio de las Doncellas Nobles está incluido en la lista de Reales Sitios de Patrimonio Nacional de España. El edificio de planta cuadrada tiene elementos decorativos de estilo neomudéjar. Aunque no se puede entrar a su patio interior, a través de los cristales se puede observar el espacio con sus galerías cubiertas. En el lugar del antiguo salón principal, actualmente se encuentra la iglesia-capilla del colegio. En el exterior de la estructura, se encuentra uno de los elementos más fotografiados, es el pasaje elevado (a manera de puente) que comunica el edificio antiguo con la estructura que se construyó luego, a manera de ampliación.

Puerta del Cambrón

Otra de las puertas de Toledo, entrada principal al barrio judío de la ciudad, es la Puerta del Cambrón. De origen musulmán fue reconstruida en el siglo XVI. El nombre se deriva de la variedad de vegetación de espino que se encontraba en esa zona. Actualmente, es la única puerta de entrada en Toledo que permite el acceso de automóviles.

Puente de San Martín

Nos desviamos por un momento para llegar hasta el Puente de San Martín. Este puente fue levantado sobre el río Tajo, en su parte occidental, opuesto al puente de Alcántara que se levanta en su parte oriental. Se construyó originalmente en el siglo XIII, tomando el nombre de la parroquia de San Martín, a cuya jurisdicción pertenecía. Su construcción pertenece al último periodo de la Edad Media, ejemplo de arquitectura militar. En el siglo XIV se construyeron el gran arco central y los dos torreones almenados de los extremos. Atravesando el puente se disfrutan de unas vistas espectaculares del río Tajo y a lo lejos, en el tope del cerro, se puede divisar el Monasterio San Juan de los Reyes, a donde precisamente nos dirigíamos.

Monasterio de San Juan de los Reyes

No hay visita completa a Toledo, si no se llega al Monasterio de San Juan de los Reyes. Este gran recinto de estilo gótico se construyó como un acto de agradecimiento de los Reyes Católicos por la victoria en la batalla de Toro de 1476, donde quedó resuelta la sucesión al trono a favor de la princesa Isabel. En 1477 el arquitecto Juan Guas comenzó las obras y diez años más tarde, terminaron la capilla mayor, la nave principal de la iglesia y las bóvedas.

Desde el Claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes, se aprecia su patio de planta cuadrada donde observamos diversas especies de plantas y arbustos, especialmente granados, arrayanes, ciprés, naranjo, entre otros. En el centro se encuentra el pozo de agua. Recomendamos subir al segundo nivel del monasterio para apreciar las vistas del patio a través de sus arcadas abiertas.

Sinagoga de Santa María la Blanca  

Otro de los monumentos que se deben visitar en Toledo es la Sinagoga de Santa María la Blanca. Sus orígenes se remontan al año 1180. Se puede afirmar que después de los restos romanos y visigodos, la Sinagoga de Santa María la Blanca y la Mezquita del Cristo de la Luz, son los monumentos más antiguos de Toledo. Su interior lleno de luminosidad se organiza en cinco naves paralelas cubiertas con artesonado de madera. Se le conoció como la Sinagoga Mayor de Toledo, siendo la principal de las diez sinagogas toledanas que llegó a tener la ciudad.

Sinagoga del Tránsito, Museo Sefardí 

Además de la Sinagoga de Santa María la Blanca, encontramos la Sinagoga del Tránsito, que, junto a la primera, son las únicas que quedan en pie en Toledo. Es en esta sinagoga, originalmente conocida como Sinagoga de Samuel ha-Levi, que se encuentra el Museo Sefardí de Toledo. Este museo tiene la intención de preservar y transmitir el legado hispanojudío o sefardí, compartiendo información histórica con artefactos pertenecientes a diferentes épocas de los Sefardí.

Mirador del Paseo del Tránsito  

El Mirador del Paseo del Tránsito está ubicado precisamente, delante de la Sinagoga del Tránsito y el Museo del Greco. Desde aquí se puede observar el río Tajo en todo su esplendor. Además de apreciar desde aquí la hermosa naturaleza y paisaje, podemos observar al otro lado del río, la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza.

Museo del Greco 


Más tarde llegamos al Museo del Greco, inaugurado en 1911 para reunir obras de este gran pintor, siendo el único de España dedicado a este fin. El objetivo de esta institución es transmitir la importancia artística de la figura del Greco, así como la influencia de su obra y personalidad en el Toledo de comienzos del siglo XVII. Este artista que mucha gente pensaría que es nacido en España, nació en Creta en 1541. Sin embargo, la mayor parte de su obra pictórica la realizó en Toledo, donde en 1614, a los 72 años, murió.

Luego de disfrutar del interior del museo, llegamos a sus hermosos jardines, creados como un lugar de inspiración, descanso y meditación. Es casi como un lugar de retiro, para alejarse del bullicio y el ajetreo diario.

Iglesia de San Tomé 

 

Y seguimos con el tema del Greco, visitando la Iglesia de San Tomé para apreciar su famosa pintura, “El Entierro del Conde de Orgaz”. La obra fue comisionada al pintor en el 1584 por el entonces párroco del templo. Sobre la Iglesia de San Tomé, se construyó en el siglo XII sobre una mezquita del siglo XI. Con la reconquista de Toledo por Alfonso VI, era costumbre construir iglesias sobre los restos de mezquitas y sinagogas, no solo para marcar el triunfo del cristianismo, sino también para aprovechar los cimientos y materiales empleados en estos, una forma muy particular de reciclar.

Iglesia del Salvador / Pozo Árabe

Al salir de la Iglesia de Santo Tomé, subimos por la Travesía del Conde hasta la calle Santo Tomé, más adelante encontramos la Plaza e Iglesia de El Salvador. Fue un templo medieval en tiempos de la presencia musulmana, posiblemente del año 1041 o posiblemente anterior. En el reinado de Alfonso VII (siglo XII) se convierte en Iglesia dedicada a San Salvador. Como dato importante, durante el reinado y estancia en Toledo de los Reyes Católicos, la princesa Juana I de Castilla (La Loca) fue bautizada en esta iglesia. Además, es una de las iglesias nombradas en el Lazarillo de Tormes.

Catedral de Toledo 

Y llegamos a la Santa Iglesia Catedral de Toledo, conocida también como Catedral Primada de España, un templo majestuoso. Consagrada a la Virgen María en su Asunción a los cielos, su construcción comienza en 1226, sobre los cimientos de la Catedral visigoda del siglo VI, que fue utilizada como mezquita en época musulmana. Su arquitectura gótica, es considerada por algunos como la obra maestra de este estilo en España. Su planta se compone de cinco naves más crucero y doble girola.

La fachada occidental, es la fachada principal de la Catedral de Toledo y desde la Plaza del Ayuntamiento se aprecia en todo su esplendor. Comenzada en el siglo XV y terminada en el XVI, tiene solo una torre, ya que la segunda nunca llegó a terminarse. En su lugar se construyó una cúpula, diseñada por el hijo de El Greco, Jorge Manuel Theotocopuli. Esta fachada presenta tres puertas: del Perdón (central), del Juicio Final (derecha) y del Infierno (izquierda).

Tenemos que confesar que la primera vez que entramos a la Catedral de Toledo, nuestra cara de asombro valía un millón de dólares. El interior de la Catedral de Toledo es muy rico en detalles y hay varios elementos que se deben destacar. Por ejemplo, cuenta con el mayor número de vidrieras (vitrales) medievales mejor conservadas. Además de añadir belleza al templo, cumplen con su función principal, llenar de luminosidad y colorido el interior, que de otro modo sería muy sobrio y oscuro. Y, aunque no se pueda ver en detalle por la altura en que están colocadas, cada una de ellas narra algún evento histórico religioso.

Otra parte importante para observar en la Catedral es el llamado “Transparente”. Se trata de la gran obra maestra del escultor Narciso Tomé, finalizada en 1732. Fue realizada en mármoles genoveses, jaspe y bronces, representando pasajes de la Biblia por medio de figuras y composiciones, tanto escultóricas como pictóricas. Su diseño nace de la necesidad de iluminar el sagrario del Altar Mayor, ubicado detrás del retablo del altar, que carecía de iluminación. El Transparente es toda una obra que merece detenerse y contemplarse.

Otro tipo de arte muy presente en la Catedral Primada de Toledo es la orfebrería. Es en el tesoro catedralicio que se expone la obra más grandiosa y solemne de la catedral, la imponente Custodia de Enrique de Arfe. Esta pieza de orfebrería grandiosa está construida a modo de encaje de filigranas góticas de plata bañadas en oro. Una vez al año, a principios de junio, la Custodia de Arfe sale a las calles de la ciudad para la exaltación de la fe durante la procesión del Corpus Christi.

Ayuntamiento de Toledo

El edificio del Ayuntamiento se ubica al lado opuesto de la Catedral Primada en la plaza del Consistorio. Se comenzó a construir en 1575, concluyéndose en 1703 y durante este tiempo el edificio pasó por tres fases constructivas. La fachada es el elemento más representativo que da a la plaza, de estilo herreriano, cuenta con dos torres, una a cada extremo.

El Alcázar de Toledo y su Museo del Ejército  

Del tema religioso, vamos al tema militar, el Alcázar. Desde que te vas acercando al casco histórico observamos en la parte más alta de la ciudad de Toledo esa fortificación tan emblemática que los árabes llamaron “Al Qasar”, que significa “fortaleza”. Hoy, el edificio del Alcázar es sede del Gobierno Militar de Toledo, albergando una sección del Museo del Ejército desde el 2009.

La colección de piezas que exhibe el Museo del Ejército es muy diversa y abarcadora en cuanto a épocas y evolución del tema militar en todos sus aspectos. Se pueden observar una gran variedad de armaduras, artillería antigua y espadas, incluyendo obras de arte. Recorrer los pasillos y salas del Museo del Ejército, requiere al menos dedicarle de dos a tres horas, por la gran cantidad de piezas de valor histórico que contiene.

En el sexto piso del Alcázar de Toledo se encuentra la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha. La biblioteca cuenta con una cafetería y desde allí, con café o refresco en mano, se puede disfrutar de la impresionante caída del sol sobre la ciudad.

Museo de Santa Cruz     

El edificio que sirve de sede del Museo de Santa Cruz en Toledo es considerado por algunos expertos como una obra maestra del Renacimiento en España. Fue fundado por el cardenal Pedro González de Mendoza a comienzos del siglo XVI. Se trataba del antiguo Hospital de Santa Cruz, donde el cardenal Mendoza tuvo como objetivo acoger a los niños huérfanos.

El museo reparte su colección en tres secciones, una dedicada a la arqueología, una a las Bellas Artes y la tercera dedicada a las Artes Decorativas. Una visita al Museo de Santa Cruz, bien vale la pena, al ser uno de los museos más importantes de España por la calidad y cantidad de piezas que conserva.

Arco de la Sangre y Monumento a Cervantes


Toledo es una ciudad que parece sacada de un cuento, así lo expuso Miguel de Cervantes a través de sus obras. Tal ha sido la importancia de Cervantes para Toledo, que al final de la subida precisamente, por la calle de Cervantes y rumbo al Arco de la Sangre, se encuentra su estatua en bronce. Esta escultura, obra de Oscar Albariño en honor al escritor, fue inaugurada en el 2006. Así encontramos a Cervantes, como si prestara vigilancia a la entrada de Toledo y la Plaza de Zocodover.

Plaza de Zocodover 

Por fin llegamos al punto de encuentro de toledanos y visitantes, la plaza principal de la ciudad de Toledo, la Plaza de Zocodover. Este espacio ha sido el centro de la ciudad durante la mayor parte de su historia y actuó como plaza mayor de la misma. El origen del nombre Zocodover procede del árabe sūq ad-dawābb, que significa «mercado de bestias de carga». Esta plaza fue también el lugar por donde se corrían los toros y se llevaron a cabo autos de fe de la Inquisición y ejecuciones públicas de reos.

En tiempo de Navidad, la Plaza de Zocodover es decorada hermosamente con motivos navideños y se organiza un mercado muy variado, donde se consigue de todo para regalar.

Aprendimos que no hay ciudad pequeña y que Toledo, como otros lugares, merece al menos dos días para disfrutarlo a plenitud. Uno de los lugares que recomendamos en una próxima visita, es el Museo del Queso Manchego. En este espacio, no solo se disfruta de estampas que ilustran el proceso de confección de este queso tan delicioso, sino que puedes degustar con tu vino favorito. ¡Salud!