Notas, Paises, Porto, Portugal

Vila Nova de Gaia, Portugal

En nuestra visita a Porto, no podía faltar la experiencia de visitar las bodegas de las casas principales de vino. Cruzamos sobre el “Ponte Luis I” rumbo a la vecina ciudad, la Vila Nova de Gaia. Curiosamente, en el 1834 se crea este municipio fusionando las municipalidades de Vila Nova (1288) y Gaia (1255), así nace la Vila Nova de Gaia.

 

Los valles del Rio Duoro (Portugal) o Rio Duero (España) son reconocidos por sus grandes viñedos para la producción de una gran variedad de vinos. En los viñedos de Portugal, se cultivan las uvas que producen el “vinho verde” y los “vinho do Porto” o conocido simplemente como Oportos. De hecho, el mejor lugar del mundo para degustar estos vinos, curiosamente no es Porto, sino a la orilla del sur del Rio Duoro, en la Vila Nova de Gaia.

Sobre cómo surge la elaboración de los vinos de Porto, se dice, que en un monasterio de Lamego, Portugal, usaban una técnica para modificar el vino. En pleno proceso de fermentación del vino, le añadían brandy. Esta mezcla creó un vino con mayor contenido de alcohol y de sabor muy dulce, esto debido al azúcar remanente que no se fermentó al interrumpirse el proceso. Este vino se volvió muy popular en Gran Bretaña ante la escasez del vino francés durante su guerra a fines del siglo XVII. El éxito de este vino fue de tal magnitud, que muchas empresas inglesas fundaron sus bodegas en la Vila Nova de Gaia. Es así que encontramos bodegas tales como Taylor, Croft, Graham, Osbourne y Cockburn Smithes. Entre las bodegas locales se encuentran Ferreira, Ramos Pinto, entre otras. Se estima que hay un total de sesenta bodegas y almacenes de vinos en esta área.

Desde antes de llegar a Porto ya sabíamos cuál bodega visitaríamos, la icónica bodega Sandeman. Sandeman fue fundada en el 1790 por los hermanos escoses George y David Sandeman. Y desde allí, a la orilla del Rio Duoro, saboreamos el vino verde junto a unas ricas tapas.

Caminando por la Vila Nova de Gaia, se descubren muchas estructuras interesantes y de diversos estilos. Una que llamó nuestra atención fue la Iglesia Parroquial de “Santa Marinha”. De estilo barroco, cuenta con una sola nave en su interior y una sola torre, Es obra de Nicolas Nasoni del siglo XVI, siendo restaurada en el siglo XVII. El campanario fue añadido durante la segunda mitad del siglo XIX. Presenta una construcción sobria con el portal rematado por un arco saliente, donde nace el marco de un gran óculo. La fachada está flanqueada por un campanario de planta poligonal a la cornisa, en una forma rara en Portugal.

Qué mejor forma de regresar, que tomando el Teleférico de Gaia que conecta “Cais de Gaia” con el “Jardim do Morro” a la altura del nivel superior del “Ponte Luis I”.

Una experiencia y unas vistas inolvidables.

 

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