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La Catedral de Segovia

Al llegar a la Plaza Mayor de Segovia, conocida desde finales del siglo XIX, como la Plaza de la Constitución, se puede observar el ábside de la que es considerada en España, tanto por sus dimensiones, como por su elegancia, como la “Dama de las Catedrales”. La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos, mejor conocida como la Catedral de Segovia, fue construida entre los siglos XVI y XVIII, de estilo gótico con algunos rasgos renacentistas. Es por ello por lo que es considerada en España y Europa, como una de las catedrales en donde se empleó el estilo gótico tardíamente, cuando ya la arquitectura renacentista se estaba difundiendo en la mayor parte de Europa.

La historia de la Catedral de Segovia se distingue por tres etapas, cada una en una ubicación diferente. Comienza con la edificación de la catedral primitiva que fue destruida en el año 516. La segunda etapa comienza en el siglo XII y llega al año 1525, cuando inicia la etapa que hoy conocemos. El primer arquitecto que tuvo la Catedral fue Juan Gil de Hontañón, quien también fue el maestro de obras de la Catedral de Salamanca. Para abaratar los costos de la construcción de la nueva Catedral de Segovia, se trasladaron algunos elementos de la antigua catedral a la nueva ubicación. Por ejemplo, el magnífico claustro del siglo XV; el coro, también del siglo XV, además de esculturas, pinturas y rejería, entre otros elementos.

La Catedral de Segovia se organiza en tres naves con planta de cruz latina. Las medidas de la catedral, que le dan al templo un aire estilizado en sus dimensiones, son: 33 metros de altura, 50 metros de ancho y 105 metros de longitud. Sus cubiertas se cierran con bóvedas de crucería.

Son tres las puertas de la Catedral de Segovia: la puerta de San Geroteo, en referencia al primer obispo de la Diócesis de Segovia, San Geroteo; la puerta de San Frutos, que es la entrada habitual a la Catedral, dedicada a San Frutos, patrón de la Diócesis y adveración de la Catedral de Segovia. Y la tercera es la Puerta de Santa María o puerta del Perdón que se encuentra rodeada por dos puertas laterales, en la fachada principal de la catedral.

La Catedral de Segovia cuenta con diez capillas laterales, cinco corresponden a la nave del Evangelio y las otras cinco, a la nave de la Epístola. El crucero tiene ábside semicircular, cabecera con girola y siete capillas radiales. Además, cuenta con dos capillas importantes, la Capilla de San Antón y la Capilla del Santísimo. La primera sirvió como panteón familiar al obispo de Segovia, fallecido en 1615. El retablo majestuoso comenzado en 1696 y finalizado en 1698, es obra de José Vallejo Vivanco.

La Capilla del Santísimo o Capilla de los Ayala Berganza es un claro exponente de la arquitectura barroca de la Catedral de Segovia. Esta capilla, construida como panteón familiar, forma parte de la Capilla del Santísimo Sacramento, estructurada en dos zonas bien diferenciadas y separadas por siglos y estilos arquitectónicos. Su construcción comenzó a finales del siglo XVII y finalizó en 1720. En su interior destaca el Calvario románico situado en la entrada de la Capilla del Sacramento.

La Capilla del Cristo Yacente, se trata de una obra barroca del siglo XVII, realizada por Gregorio Fernández en su última etapa (1631 – 1636) y donada a la Catedral de Segovia por el obispo Melchor de Moscoso y Sandoval. La talla se caracteriza por el dramatismo contenidos en los rasgos, pero enfatizando en la sangre que mana de sus heridas.

La Capilla de la Concepción de la Catedral de Segovia fue construida en 1531. El elemento fundamental de esta capilla es la pintura, contando con 21 lienzos y frescos que hacen que este espacio se convierta en un gran mural. Este conjunto iconográfico se divide en tres partes separadas por una cornisa y dos leyendas que rodean los tres muros.

La Capilla Mayor, con su consiguiente retablo, así como el coro, constituyen una de las partes más nobles de la Catedral de Segovia. Estos están unidos mediante lo que se conoce como la vía sacra. En el suelo de este espacio podemos encontrar distintas losas de los diferentes obispos de Segovia. Destaca, además, en este espacio, un púlpito de mármol que posee imágenes a modo de relieves de los cuatro evangelistas y de la Inmaculada Concepción.

En el interior de la Catedral de Segovia se puede apreciar claramente su estilo gótico tardío. En su Capilla Mayor, se observa el altar que fue mandado a construir por Carlos III (1759-1788), con diseño de Francisco Sabatini (1722-1795). Se inició en 1768 y fue terminado en 1775 en los talleres del Palacio Real de Madrid.

El retablo que ocupa el Altar Mayor de la Catedral de Segovia es un conjunto de mármoles de diversos colores y de bronce que recrean una estructura neoclásica. Este retablo se compone de dos cuerpos de alturas diferentes: el cuerpo inferior que cuenta con cuatro grandes columnas, una hornacina donde se encuentra la talla de Nuestra Señora de la Paz y dos grandes imágenes barrocas que representan a San Frutos, patrón de Segovia, y San Geroteo, primer obispo de la ciudad según la tradición cristiana. Sobre este cuerpo observamos otro más pequeño en el que se sitúan dos imágenes de los santos segovianos San Valentín y Santa Engracia, hermanos de San Frutos.

El Coro de la Catedral de Segovia, como generalmente sucede se sitúa frente al Altar Mayor, y se cierra por una reja obra de Antonio Elorza de 1729. Como mencionamos anteriormente, la sillería de gran detalle fue traída desde la catedral antigua, de estilo gótico flamígero, a finales del siglo XV. Se colocó en 1558 por Juan Gil y Jerónimo de Amberes, y fue terminada en el año 1790. Una reja barroca, forjada y colocada en 1729, cierra el coro.

En la parte superior, la sillería se adorna con tracerías caladas. Hay asientos reservados a los reyes, más cercanos a la reja, para poder seguir los oficios divinos. Ambos asientos se encuentran coronados por dos pequeñas cúpulas góticas. Sobre la silla episcopal el escudo del obispo Juan Arias Dávila, quien mandó a construir el coro.

El órgano de la Epístola y el órgano del Evangelio completan el coro y revelan la importancia y el esplendor del que goza la música en la Catedral de Segovia. Estos dos órganos alcanzan casi los 19 metros de altura y cada uno alberga alrededor de 2,600 tubos, además de otros elementos que hacen posible su funcionamiento, formando un conjunto excepcional por su calidad estilística e histórica. De hecho, estos órganos son considerados piezas fundamentales para entender la evolución de la música barroca española.

La girola de la Catedral de Segovia se rodea por siete capillas y el diseño para su construcción corresponde a Juan Gil de Hontañón (1480-1526). De los archivos que se conservan en la Catedral, uno de los documentos, un plano sobre pergamino aparece plasmada la idea de una «[…] cabecera con girola de cinco capillas radiales, pentagonales, y dos cuadradas al principio». En la construcción se respetaron las trazas primitivas por lo que podemos percibir en las claves y en el perfil de la nervadura de sus bóvedas, la huella del siglo XVII.

Los últimos tramos de la girola fueron cubiertos ya en 1671, mientras que sus capillas se cerrarán con unas rejas de madera talladas entre 1684 y 1690. Algunos diseños rococós en la girola, enmarcados en nervaduras doradas, muy variados, cubren por completo los *plementos y otorgan un aire alegre y ligero al circuito de la girola. Además, le otorga contraste a la arquitectura sobria de la Catedral de Segovia.

Las vidrieras o vitrales de la Catedral de Segovia son, sin lugar a dudas, uno de los conjuntos más importantes del patrimonio vidriero español. El templo cuenta con un total de 157 vidrieras, 108 de carácter iconográfico, pertenecientes a distintos autores, épocas y estilos distribuidas a lo largo de las naves, crucero, capilla mayor y girola.

Desde el siglo XVI hasta 1916, vitralistas españoles y flamencos plasmaron en ellas los misterios de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, además de muchos de los milagros del ministerio público del Mesías. Entre los maestros vidrieros sobresalen Pierre de Holanda, Pierre de Chiberry, Walter de Roch, Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara.

En 1782 el Cabildo decidió renovar el trascoro de la Catedral de Segovia. Para ello, solicitó al rey Carlos III el retablo de mármoles del Palacio de Riofrío, obra de Hubert Dumandre en 1758. El retablo de mármol del trascoro se compone de un cuerpo central, original del Palacio de Riofrío, con un nicho ocupado por una urna de plata cincelada por Sebastián de Paredes en 1633 que guarda las reliquias del patrón de Segovia, San Frutos. Corona este cuerpo central las esculturas de San Pedro, San Pablo y la Santísima Trinidad.

A ambos lados se añadieron dos cuerpos, siguiendo el mismo diseño. En el cuerpo izquierdo, un nicho con la efigie de san Felipe y, en el derecho, de santa Isabel en recuerdo de los padres del rey Carlos III, Felipe V e Isabel de Farnesio. La capilla del trascoro se protege por una sencilla reja realizada por el segoviano Félix Egido, forjada en 1793.

La Sala Capitular fue construida a mediados del siglo XVI. Se destaca por su artesonado dorado extraordinario. Se dice que se trabajó el artesonado con el primer oro traído de América. Del suelo, de mármol, se alza un Cristo enmarcado bajo un dosel que preside el epicentro de la sala.

La Sala de Tapices y Ornamentos Litúrgicos de la catedral de Segovia se inauguró en junio de 2017. Este espacio cerrado antes al público fue diseñado para albergar la librería de la Catedral, función que realizó hasta 1975, cuando todos los documentos y libros del Archivo se trasladaron hasta su ubicación actual, en el cuerpo de oficinas. Está situada sobre la Sala Capitular y con acceso a través del claustro, fue construida a mediados del siglo XVI durante el proceso de construcción del templo. En la sala se puede observar la serie de tapices “Los Planetas” tejidos durante el siglo XVI en Bruselas. Además, en dos grandes vitrinas se exponen ornamentos litúrgicos pertenecientes a los obispos segovianos, Arias Dávila y Fadrique de Portugal, realizados entre los siglos XV y XVI.

El claustro de planta cuadrangular constituye la única parte del antiguo templo que ha llegado a nuestros días. Es de estilo gótico flamígero y fue trasladado piedra a piedra desde la antigua catedral de Santa María, destruida durante la Guerra de las Comunidades, hasta la Catedral de Segovia que hoy conocemos. Se accede al mismo por una portada hermosa, decorada con el tema de La Piedad, obra de Sebastián de Almonacid. Se abre al patio interior mediante cinco tracerías caladas. El patio interior se organiza en cuatro secciones con su pozo en el centro.

El claustro nos llevó a la fachada principal de la Catedral de Segovia, porque raras veces los visitantes entran por la fachada principal de una catedral. Frente a esta fachada se encuentra un gran espacio donde el suelo se cubre de losas de las tumbas que hasta finales del siglo XVIII formaban parte del suelo de la Catedral y que ahora lo hacen de este espacio. A este se le conoce como El Enlosado, y las losas son de diferentes tamaños de piedra y antigüedad.

La torre campanario de la Catedral de Segovia, es otra de las partes fundamentales del templo. Se destaca por su gran belleza y altura, alcanzando actualmente los 88 metros o 288 pies. El actual chapitel o remate de piedra que corona la torre se construyó en tres años, 1617, luego de un gran incendio originado por una tormenta eléctrica en 1614. El chapitel original enteramente gótico construido de madera de caoba traída de América, de estructura piramidal alcanzaba la mayor altura de España durante el siglo XVII, con 108 metros.

Se sube a la torre-campanario acompañado de un guía oficial de la Catedral de Segovia por unas escaleras en forma de caracol. Hasta el punto más alto de la torre, conocido como “Las Ocho Bolas”, se suben 308 escalones. El recorrido incluye la visita a la Sala del Audiovisual, Casa del Campanero, Sala del Reloj y, para finalizar, el Campanario y las vistas maravillosas que desde una gran altura se pueden apreciar de la propia catedral. Son diez campanas que no son iguales ni en tamaño, ni en la función que ejecutan. Compartimos las imágenes de ocho de ellas.

Qué mejor que finalizar nuestro recorrido por la Catedral de Segovia compartiendo estas vistas panorámicas que nos regala la altura, al llegar al tope de su torre campanario. Desde allí se puede observar el Alcázar, las numerosas iglesias románicas y sus torres, entre muchas estructuras históricas asombrosas que cuenta la hermosa ciudad de Segovia.

 

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*Una plementería es el conjunto de paños de piedras o dovelas que, a modo de cerramiento, cubren el espacio entre los nervios de una bóveda nervada, como una bóveda de crucería. Cada uno de los paños se denomina plemento.

** Chapitel es el elemento arquitectónico situado en la parte superior de una torre, campanario o crucero de una iglesia, a modo de terminación, culminación, cumbre o remate; aunque también se usa en cualquier otra edificación religiosa, civil o militar.

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Fuentes consultadas:

https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Segovia

https://catedralsegovia.es/historia/

https://catedralsegovia.es/una-nueva-intervencion-en-las-vidrieras-de-la-catedral/

https://catedralsegovia.es/estructura-del-templo/

https://www.unaventanadesdemadrid.com/otras-comunidades/catedral-de-segovia-ii.html