Mientras hacíamos la fila en el aeropuerto para validar nuestros boletos de abordaje, observamos a los que serían nuestros compañeros de viaje (vuelo), con una gran cantidad y variedad de equipajes (maletas, bultos, carteras, etc.). Y nos preguntamos, ¿se estarán mudando?
Nos sorprendía ver parejas con tres maletas grandes, una maleta más pequeña, bultos de computadoras y más bultos de mano. Mientras, nuestro equipaje se componía de dos mochilas medianas y dos más pequeñas de mano. ¡Claro que nos tenía que sorprender!
Nos gusta viajar liviano y tener todo el equipaje cerquita, en la cabina del avión. ¿Las ventajas? Nos permite caminar mas ágil y rápidamente, nos evita la espera en el carrousel de equipajes y nos permite adelantarnos en las filas de aduanas e inmigración. Además, se reduce a la mitad el tiempo que nos toma desde que salimos del avión, hasta salir del aeropuerto.
Y así, mientras algunos esperaban por sus maletas, ya nosotros nos disfrutábamos a Madrid.
¿Qué hicimos una vez aterrizamos a eso de las 11:30a.m. en Barajas? Nos tomamos un café antes de salir del aeropuerto, nos montamos en el bus, llegamos a la Plaza de Cibeles, caminamos por la Gran Vía, hicimos “check-in” en el hostal y dejamos nuestro equipaje acomodado en la habitación. ¡Todo eso antes de las 13:30horas! Un gran adelanto para comenzar a disfrutar más temprano nuestra visita a Madrid.
¡Y eso no se queda ahí! A eso de las 15:00 horas (originalmente habíamos estimado hacer el “check-in” a esa hora) ya nos encontrábamos a la entrada de “El Prado”.
Y antes de llegar al museo, ya habíamos tomado fotos a El Oso y el Madroño en la Plaza del Sol, visitamos la Plaza Mayor, compramos algunos abanicos que llevaríamos como regalos, visitamos el Mercado San Miguel, almorzamos y luego pasamos por la fuente de Neptuno. Ganamos un tiempo muuuuuy valioso, gracias al poco equipaje que llevamos.
Por nuestra parte, la contestación a la pregunta que da pie a este artículo es: sí, nos mudamos a España por dos semanas. Y sí, llevamos justo lo necesario para disfrutar de una gran experiencia.