El constante crecimiento en el área de Porto y la Vila Nova de Gaia, obligó a tener una mejor conectividad entre las dos orillas del Rio Duero.
En un momento de la historia, el Ponte das Barcas constaba de 20 balcazas unidas, quedando destruido con la segunda invasión francesa. Este fue el primer puente que conectó los municipios. Luego se construyó el Ponte Pênsil para reemplazar al Ponte das Barcas, sin embargo, tampoco éste daba abasto para el movimiento entre las dos franjas. Justo al lado del viejo Ponte Pênsil, se levanta el Ponte Dom Luiz I, un Proyecto del ingeniero alemán Théophile Seyrig, quien fuera socio de Gustave Eiffel.
Una propuesta original por parte de Gustave Eiffel fue rechazada por solo contemplar una sola plataforma para cruzar el río. El Ayuntamiento entendió que dicha estructura no cumplía con las necesidades de la ciudad. La propuesta de Théophile Seyrig de dos niveles de plataformas finalmente fue aceptada por el Ayuntamiento y así nace el Ponte Luiz I. Théophile Seyrig había terminado las obras del puento ferroviario María Pía y por lo tanto la nueva estructura atendía las otras necesidades de transportación entre la Ribiera.
Inicialmente, ambas plataformas se construyeron para el movimiento peatonal y vehicular. Hoy día, la plataforma superior de 390 metros de extensión sirve de vía para el Metro de Oporto. Fiel al estilo implantado por Eiffel, el puente es una estructura en hierro con arco central que sostiene la plataforma superior. El Ponte Luiz I es un símbolo muy importante de Porto, invitando a ser cruzado para llegar a la Vila Nova de Gaia. Es allí donde se disfrutan unas vistas impresionantes sobre el Rio Duero, de la ciudad de Porto, además de todas las sorpresas que esperan al otro lado del río.