Justo en las afueras de la antigua ciudad amurallada de Santiago de Compostela encontramos La Alameda de Santiago o el Parque de la Alameda. Por definición, una “alameda” es un espacio o paseo con álamos, un árbol que pertenece al género Populus. Con el tiempo se ha extendido el término para incluir cualquier área que contenga árboles. Por ende, el parque de La Alameda de Santiago está repleta de una gran variedad de árboles.
La Alameda cuenta con tres áreas distintivas; La Carballeira (robleda) de Santa Susana, el Paseo da Alameda y el Paseo da Ferradura (Herradura), también conocido como el Paseo dos Leónes.
Durante el siglo XII se construyó en una cima, la Igrexa de Santa Susana. Su propósito primordial fue la de guardar las reliquias de la Santa que fueron transportadas desde Braga. El templo está rodeado por cientos de robles. Durante nuestra visita fue lamentable notar el deterioro de este templo cubierto de graffiti y vidrieras rotas, entre otras cosas.
En el 1835 comienza a tomar forma la Alameda que hoy conocemos, con la creación del Campo da Estrela y del Paseo da Ferradura, que rodea la carballeira de Santa Susana. Dos figuras de león se colocaron a la entrada del Paseo da Ferradura en el 1885 y desde entonces se le conoce este paseo con el nombre de Paseo de los Leones.
Subiendo por el Paseo da Ferradura se aprecia unas vistas hermosas de la ciudad antigua, donde se destaca particularmente la Catedral. Desde un pequeño mirador se logran imágenes extraordinarias de la Catedral de Santiago.
Caminando por los Paseos de las Letras Gallegas, el Paseo de la Bóveda y el paseo central se puede apreciar no sólo la gran variedad de árboles y palmeras, sino además, esculturas, fuentes, el Palco da Musica, las escaleras en estradas (parecidas a las de Bom Jesus da Monte en Portugal), la Capela do Pilar, el Estanque de Patos y muchos otros elementos que hacen de la Alameda un lugar muy especial.
El Parque de La Alameda se puede recorrer en tan solo 30 minutos.