Blog, Braga, Paises, Portugal

Bom Jesus do Monte – Braga, Portugal

Desde tiempos antiguos y en diversos lugares del mundo, se han edificado templos y lugares de reflexión en los montes más altos, con el fin de estar más cerca de su dios o de sus dioses. En Portugal, el Bom Jesus do Monte es un ejemplo claro de esa práctica, repitiéndose la misma en varios lugares de Portugal.

Se estima que durante el siglo XIV, se enclavó una cruz en la cima del monte Espinho. Ya para el 1373, se conoció de una Ermita en el lugar donde ubicaba la cruz, dedicándose la misma a la “Santa Cruz”. En el 1494, el arzobisbo de Braga, Jorge da Costa II, ordenó la construcción de una nueva Ermita con el mismo nombre. En el 1522, la Ermita fue sometida a una reconstrucción y ampliación bajo las instrucciones de Joao da Guarda, Rector de la Catedral de Braga.

Subir a lo alto de la montaña para elevar plegarias era parte del sacrificio o la penitencia que muchos realizaban. Utilizando diversos senderos, los penitentes llegaban al santuario a pie o a caballo. En tiempos modernos, durante la Semana Santa, son muchos los que suben de rodillas al santuario, muchos, utilizando las escaleras.


Para subir al monte, además se utilizó un sistema de vagones tirados por caballos. En momentos donde había una gran asistencia, usaban bueyes para auxiliar a los caballos en su faena. En el 1882, este sistema se re-emplazó por el primer funicular que se construyó en la Península Ibérica. Este funicular usaba un mecanismo de contrapeso con agua. Hoy, es el más antiguo de su estilo que aún se encuentra en operación en el mundo.


Sin embargo, nada se compara con la experiencia de subir por la sucesión de escalinatas conocida como la Escadiaria do Bom Jesus.


En el 1629 se construye una iglesia para el peregrinaje dedicada al Buen Jesus, contando originalmente con sies capillas dedicadas a la Pasión de Cristo. Es así que nace la Cofradía de Bom Jesus do Monte, organización que hasta el presente es responsable por el lugar santo.


Bajo la tutela de Rodrigo de Moura Telles, en el 1722 se comenzó las nuevas obras para la reconstrucción y edificación del santuario. El “Via Crucis” se re-configura con la construcción de ocho capillas cuadradas con sus respectivas fuentes y la escalera de los Sentidos, terminada en el 1725. En años posteriores, el lugar fue transformado y ampliado con la compra de los predios de terrenos aledaños.


En el 1780, Carlos Amarante preparó los diseños de la actual iglesia al estilo neo-clásico. Su construcción comenzó en el 1784, quedando los trabajos completados en el 1811. El nuevo templo es finalmente consagrado en el 1857.


A partir de 1877, el lugar sufrió diversas transformaciones, llegando a lo que conocemos hoy como el Bom Jesus do Monte.


El 31 de enero de 2017, fue sometida una petición a la UNESCO para que sea declarado el Bom Jesus do Monte en Patrimonio Mundial. Esperamos pronto tener buenas noticias.

Deja una respuesta