En la cima de una de las siete lomas de Roma, en el Monte Capitolino y con frente a la Piazza Venezia, encontramos un gran monumento de mármol botticino blanco. Se trataba del “Altare della Patria” de Italia, monumento nacional al Rey Vittorio Emanuele II (Víctor Manuel II de Italia), quien fue rey de Cerdeña.
Con la ayuda del Conde de Cavour y por vias diplomáticas, el Rey Vittorio Emanuele II logró que el Reino de Cerdeña creciera tanto que motivó a que diferentes países o comunidades italianas se unieran al mismo. Desde el antiguo Imperio de Roma, Italia no se había re-unificado hasta ese momento. Por estos logros, el Rey Vittorio Emanuele II fue conocido como el “Padre de la Patria”.
La construcción de este “altar” conllevó la demolición de un barrio medieval y otras estructuras de la Roma Imperial, para así quedar dentro del centro histórico y político de la ciudad. Aunque fue inaugurada en junio del 1911, su construcción fue completada en el 1935.
La estructura está llena de elementos y símbolos que nos recuerdan la grandeza del imperio. La pieza central es el altar donde encontramos la Tumba al Soldado Desconocido, una diosa Romana y finalmente la estatua ecuestre del Rey Vittorio Emanuele II.
Las visitas al monumento están dentro de unos horarios estrictos. La visita a la terraza, lo más alto de la estructura, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de toda la ciudad. Más que un monumento a un rey, el “Altare della Patria” es el testimonio de una Italia unida bajo una sola bandera.