El paseo de los Tristes se sitúa en el Valle del Darro, entre las colinas de la Alhambra y el Albaicín, un lugar que de triste solo tiene la historia. Resulta que su nombre oficial es el Paseo del Padre Manjón, anteriormente Paseo de la Puerta de Guadix y en el s. XIX era el camino hacia el cementerio de San José, al que se accedía por la Cuesta de los Chinos. Los cortejos fúnebres pasaban por el Paseo del Padre Manjón y muchas personas despedían al difunto antes de subir la cuesta hacia la Sabica, donde se encontraba el cementerio. De ahí que se le llame el Paseo de los Tristes.
Los terrenos donde se enclava el Paseo eran originalmente de los señores de Castril, que los cedieron para su construcción en el S. XVII. También esta obra fue propiciada por una grave explosión en un taller de pólvora que dejó la zona muy afectada, así que se decidió construir este precioso paseo que facilitaba también el acceso al Sacromonte. La fuente que actualmente podemos ver es original de 1609.