En 1491 el Cabildo de Salamanca planteó la necesidad de un templo de dimensiones mayores, ya que la Catedral Vieja, románica, resultaba pequeña y oscura para la época, dado el desarrollo poblacional que se estaba dando para ese momento. Se contrataron a los maestros mayores de las catedrales de Toledo y Sevilla, con la misión de construir una catedral nueva para Salamanca, colocando la primera piedra el 12 de mayo de 1513. Habíamos comentado en el artículo anterior dedicado a la Catedral Vieja, que cuando observamos la estructura da la impresión de que es solo una catedral y no dos. Esto se logró apoyando la Catedral Nueva sobre el muro norte de la Vieja. El muro fue reforzado hacia el interior del templo antiguo, quedando la nave lateral parcialmente reducida con la nueva construcción. La torre de la nueva catedral se construyó sobre la torre de las campanas de la Catedral Vieja.
El resultado de la construcción de la Catedral Nueva es un edificio magnífico, esta vez dedicado a la Asunción de la Virgen. Es esta, junto a la Catedral de Segovia, una de las últimas dos catedrales de estilo gótico que se construyeron en España. Aunque las obras se iniciaron durante la primera mitad del siglo XVI, no fueron concluidas hasta bien entrado el siglo XVIII. Es por ello, que en esta estructura se puede encontrar no solo el estilo tardo-gótico, sino también el renacentista y el barroco. Es una de las catedrales más grandes de España en dimensiones, y su campanario, con 92 metros de altura, también es de los más altos. Durante casi todo el siglo XVII las obras estuvieron detenidas y se retomaron de nuevo en el XVIII, hasta su finalización en 1733.
En el exterior de la Catedral Nueva se destaca una fachada principal muy rica en detalles, recordándonos la forma de un retablo. El trabajo de relieve es impresionante, especialmente los que tratan las escenas del Nacimiento y la Epifanía. Sobre éstos, se encuentra un gran arco que trata el tema del Calvario, y a cada lado, estatuas de los Santos Pedro y Pablo.
La Catedral Nueva de Salamanca es de planta rectangular y está compuesta por tres naves y capillas, cabecera plana, bóvedas de crucería y casi un centenar de vidrieras, procedentes originariamente de Flandes. En sus muros también se extienden dos galerías corridas, en dos alturas, numerosos medallones con bustos de profetas, evangelistas, personajes de las Sagradas Escrituras y doctores, entre otros elementos que añaden riqueza al interior.
El cimborrio original fue levantado por Joaquín Churriguera cuando se retomaron las obras, tras estar detenidas durante casi todo el siglo XVII, por falta de presupuesto. Se terminó en el año 1725 y parece que era semejante al de la catedral de Burgos, con nervaduras y decoración barroca.
El terremoto de Lisboa del año 1755, además de causar daños severos a la torre, el cimborrio y cuerpo de la Catedral Nueva y el claustro, cuarteó la cúpula central. Esta fue sustituida por otra neoclásica realizada por el arquitecto Juan de Sagarvinaga, que es la que hoy podemos contemplar.
La Capilla Mayor presenta una planta rectangular, cubierta por bóveda estrellada muy similar a las que se encuentran en la nave central, pero con la peculiaridad de que está angrelada (en forma de picos o dientes, no es lisa) y policromada.
La Capilla carece de un retablo propiamente, al desmontarse en 1743 el que estaba originalmente. En su lugar lo que hoy podemos observar, es una imagen policromada de la Virgen de la Asunción de Esteban de Rueda de 1624. La imagen se encuentra ubicada sobre la caída de una tela tipo terciopelo de color rojo carmesí, acompañada de unos ángeles.
Se observa además en los muros del presbiterio varias imágenes, de la Religión, ángeles y Padres de la Iglesia procedentes del desaparecido retablo. En el tabernáculo de mármol y jaspe de 1750, se destacan las urnas de plata con los restos de San Juan de Sahagún y Santo Tomás de Villanueva.
El Coro fue construido entre 1730 y 1740 por Joaquín Churriguera. La sillería, en dos cuerpos, alto y bajo, es obra de varios artistas. La música era el elemento que servía de cohesión a todas las funciones litúrgicas de la Catedral Nueva de Salamanca.
Los respaldos de los asientos del coro alto son los que desarrollan mayor altura, presentándose en ellos en relieve las imágenes de cuerpo entero de Cristo Salvador, el Colegio Apostólico, Evangelistas, Santos de la Iglesia local de Salamanca, Padres de la Iglesia, Santos de la Iglesia hispana y Titulares de las principales sedes de la Corona española. En el coro bajo aparecen los bustos de santas y vírgenes. La reja que cierra el coro y la que cierra la Capilla Mayor, son obra de Duperier.
La Catedral Nueva de Salamanca cuenta con dos órganos: el Órgano de la Epístola, de estilo Renacentista, construido en el siglo XVI y el Órgano del Evangelio, de estilo Barroco. Este fue construido en 1744 y modificado en el siglo XIX, cambiando su fábrica original.
El trascoro se trata de una estructura tipo retablo con columnas integradas, decorado con una talla magnífica. En él se colocaron la imagen de Santa María de los Perdones en el centro, realizada a mediados del XVI, y las de Santa Ana y San Juan Bautista, obras de Juan de Juni, en los laterales.
La catedral Nueva de Salamanca cuenta con veinte capillas, cubiertas cada una, con distintas bóvedas estrelladas. Las rejas que las cierran son de distintos estilos y calidades, dependiendo del momento de su construcción. También destacan los frontales de azulejos que decoran algunos altares.
Entre las capillas se destaca, la Capilla Dorada o de Todos los Santos, construida en el año 1515. Cuenta con varios arcos en donde se ubican diferentes sepulcros, entre ellos los del fundador de la capilla, Francisco Sánchez de Palenzuela. Todos los muros están decorados con unas 110 estatuas donde destaca su color dorado, de ahí el nombre de la capilla. Existen esculturas de personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento y un magnífico Calvario preside el retablo de la Capilla.
Otra de las capillas que podemos mencionar es la Capilla del Cristo de las Batallas. Esta capilla alberga la imagen románica del Cristo de las Batallas, de color negro y con cuatro clavos, que debe fecharse en la primera mitad del siglo XII. Según la tradición la imagen la llevaba el Obispo Jerónimo, primer obispo salmantino tras la repoblación de la ciudad, cuando acompañaba a El Cid en sus batallas contra los musulmanes.
Entre las curiosidades más destacables que no se pueden perder cuando se visita la Catedral Nueva de Salamanca, está la figura esculpida de un astronauta en la Portada de Ramos, (puerta norte), frente al Palacio de Anaya. Lo primero que uno se preguntaría, es ¿qué hace un astronauta en una estructura construida en el siglo XVI? Aquí está la explicación. En 1993, Salamanca acogió la exposición Las Edades del Hombre y decidieron restaurar dicha puerta que se encontraba muy deteriorada por el paso del tiempo. Durante la restauración, el cantero Miguel Romero, labró en piedra en el 1992, el astronauta que hoy podemos observar, siguiendo la tradición de incorporar un elemento contemporáneo en cada restauración. Ya ven, no es nada sobrenatural, todo tiene una explicación.
En 1887 el templo fue declarado Monumento Nacional y en 1999 Entorno de Protección.
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Fuentes consultadas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_Nueva_de_Salamanca
https://catedralsalamanca.org/catedral-nueva/
https://www.asturnatura.com/turismo/catedral-nueva-de-salamanca/3032.html