El terremoto de 1755 causó muchísimos estragos en Lisboa, Portugal, quedando totalmente destruido el barrio de Baixa. Gran parte de los daños fueron a consecuencia del tsunami que surgió con el terremoto. Gracias a los planes de reconstrucción promovidos por el Marqués de Pombal, el Baixa sería tranformado y revitalizado.
El Palacio de Ribeira a la orilla del Rio Tajo servía de residencia real desde el 1511, cuando el Rey Manuel I, apodado el Afortunado, decidió abandonar el Palacio del Castillo de San Jorge. Con la destrucción total del palacio en el 1755, se construye la Praça do Comércio en el Terreiro do Paço, lugar donde los mercaderes desembarcaban sus productos de los barcos que allí llegaban, vendiendo los mismos en esta gran plaza. Así, la Plaza se convierte en el eje económico de la ciudad. Es aquí, donde los banqueros financiaban las expediciones en navíos por los mares mundiales.
Delineando la Plaza se construyeron tres edificios con fachadas en arcos de frente a la Plaza por los lindes, oeste, norte y este. Al sur queda totalmente al descubierto mirando el Rio, con las grandes escaleras en mármol que servían de área de embarque y desembarque de los navíos en el Cais das Colunas. En las edificaciones al norte se encuentra la gran entrada a la ciudad, el Arco de la Rua Augusta.
Al sur de los edificios que quedan a los laterales de la plaza se levantan dos torres, imitando las torres del Palacio de Ribeira.
En el centro de la Plaza se encuentra una estatua en honor al Rey Jose I, monarca que reinaba al momento del terrible terremoto y al inicio de la reconstrucción.
Hoy día, la Praça do Comércio es una gran atracción turística y escenario para diversos eventos artísticos, deportivos y culturales. Y muy importante, es el eje del transporte a todos los lugares de la ciudad, fluyendo los transvias, buses y taxis.
La Praça do Comércio ha sido testigo de diversos eventos históricos que han marcado la ciudad de Lisboa, desde asesinatos de monarcas, rebeliones y más recientemente, en el 2010, fue el lugar donde el Papa Benedicto XVI celebró una misa durante su visita a la ciudad.