Sin duda, la colina más famosa de París es Montmartre y llegar hasta allí para observar a primera vista todo lo que ofrece este barrio es una gran experiencia.
Se encuentra a una altura de 130 metros y tanto desde el Arco de Triunfo, como desde la Torre Eiffel se puede divisar en su cumbre, la cúpula blanca de la Basílica del Sacré Cœur, siendo el punto más simbólico de la ciudad. Montmartre fue antiguamente una comuna francesa ubicada en la orilla derecha del río Sena, siendo anexada a París en 1860, cuando se convirtió en el XVIII Distrito de París.
La colina de Montmartre lo ha visto todo y ha sido testigo de momentos muy difíciles para la capital francesa. Originalmente se le llamó “Montmartre” refiriéndose al “Monte de Marte”, pero luego, con la evangelización de la ciudad de París, su significado fue transformándose para convertirse en “Monte de los Mártires” en recordación de las personas que fueron allí condenadas a muerte. En el año 272 a.C murió allí decapitado el que fuera obispo de la Ville lumière (Ciudad de la Luz) y santo patrono de Francia, Dionisio de París, también conocido popularmente bajo el apodo de “apóstol de las Galias”. Quien dio la orden de muerte del obispo fue el emperador romano Dioclesiano.
Otro acontecimiento importante ocurrió en 1814, cuando los rusos invadieron la ciudad. La colina de Montmartre jugó un papel de suma importancia al ser utilizada por el ejército ruso para lograr una mejor visión estratégica y así bombardear con su artillería la ciudad y ganar la batalla. Se le conoce a esta como la famosa batalla de París, que resultó con el exilio de Napoleón Bonaparte.
Como mencionamos anteriormente, la Basílica Sacré Coeur, ubicada en la cumbre de Montmartre, constituye el punto más emblemático de la ciudad. Fue construida en mármol travertino, de estilo romano bizantino, entre 1876 y 1912. Se dice que su construcción fue una especie de gesto de expiación de los «crímenes de los comuneros», después de los acontecimientos de la Comuna (cuando la clase obrera se rebeló contra el gobierno), y para honrar a las víctimas francesas de la guerra franco-prusiana de 1871. Aún con una historia tan triste, no se puede negar que desde allí las vistas panorámicas de la ciudad de París son impresionantes y visitar la Basílica Sacré Coeur es una experiencia extraordinaria.
Ya para finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el área se convirtió en un centro de entretenimiento bastante liberal y decadente. Al encontrarse Montmartre fuera de los límites de la ciudad, libre de impuestos de París, la colina se convirtió rápidamente en un área de consumo popular. Así surgen dos de los cabarets más populares de la época, Moulin Rouge y en Le Chat Noir. En la actualidad, además de cabarets, el visitante encuentra en Montmartre, salas de espectáculos, teatros y museos, entre otros lugares interesantes para conocer y disfrutar. Además, siendo un barrio declarado oficialmente como distrito histórico, se pueden visitar otras iglesias, plazas, y hasta su cementerio, entre otros lugares de interés.
Fue para mediados del siglo XIX, que comenzaron los artistas de distintas disciplinas a habitar Montmartre, convirtiéndose en el barrio de los pintores y uno de los centros artísticos principales de París. Comenzando con Camille Pissarro, luego llegaría Pablo Picasso, Modigliani, entre otros artistas pobres que vivieron y trabajaron en esta comuna. Se formaron asociaciones artísticas como los Nabis y los Incohérents, y pintores como Vincent van Gogh, Henri Matisse, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Toulouse-Lautrec, entre muchos otros participaron de la misma. Se le conoce a Montmartre, como la cuna de los impresionistas y de la bohemia parisina del siglo XIX.
Antes de ser incorporado a la municipalidad de París, Montmartre tuvo numerosos viñedos y uno de los que aún conserva, se ubica detrás de la Basílica de Sacre Coeur. Se trata del viñedo más antiguo de París, Vignes du Clos Montmartre que fue plantado en 1933 con variedades de uva mezcladas de diferentes regiones. Desde 1934, cada segundo fin de semana de octubre, Montmartre celebra su tradición vitivinícola y acoge la llegada de la nueva cosecha de su viñedo con una tradicional fiesta popular.
Montmartre está repleto de restaurantes con terrazas donde sentarse y disfrutar de un buen café o un vino, observando con tranquilidad a la gente que va y viene aceleradamente.
En las calles de Montmartre se encuentra de todo, desde tiendas que cuentan con una oferta de piezas de arte en cerámica; calles llenas de tiendas de telas de todas clases, texturas y colores; y lo que no puede faltar, una gran variedad de flores. Montmartre, el barrio parisino que lo tiene todo.
Fuentes consultadas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Montmartre
https://www.parisando.com/montmartre/
https://www.paris.es/montmartre
https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20200805/482682423357/oscura-historia-montmartre-paris.html