La familia de Los Guzmanes era uno de los linajes leoneses más antiguos. Se trata de una familia poderosa y muy influyente de León, donde no sólo sitúan su Palacio en pleno centro de esta ciudad de España, sino que lo ubican de manera tal que su fachada principal abra hacia la plaza de San Marcelo. Además, exigieron que nada se pudiera construir en la plaza que bloqueara esa fachada. Allí también acompaña a este Palacio, la Casa Botines diseñada por el arquitecto Gaudí y el Antiguo Ayuntamiento.
Su construcción se da por orden de Juan de Quiñones y Guzmán, obispo de Calahorra. Los trabajos fueron encargados al maestro constructor Rodrigo Gil de Hontañón, que lo construyó sobre un antiguo palacio gótico mudéjar perteneciente a la familia, situado junto a la muralla antigua de la ciudad.
Rodrigo Gil de Hontañón, diseñó un palacio rectangular con patio central, de estilo renacentista, exento en sus cuatro costados, que estaría enclavado entre calles alineadas de trazado o forma regular y cuya fachada principal debía abrirse a la plaza existente para poder ser contemplado desde ella. Por ello, para la construcción de este palacio, en el año 1559, el Consistorio leonés autorizó el derribo de los cubos y lienzos de la muralla y la ocupación de ese terreno. Además, lograron que las calles fueran alineadas para acoger la estructura. Definitivamente, había que ser adinerado para lograr algo así.
En términos de la estructura y distribución interna, el edificio balanceaba muy bien la parte privada familiar, de la parte pública. Con esto último, nos referimos a aquellas actividades que dentro del estatus de nobleza de sus propietarios debían realizar.
Lo que más destaca del Palacio de los Guzmanes es su fachada principal, con carácter horizontal y de tres alturas. Se observa una puerta decorada del siglo XVI, con columnas jónicas a cada lado y coronadas con las estatuas de dos soldados con el escudo de la familia. En la segunda planta se destaca el balcón presidencial que se sitúa justo encima de la entrada principal.
En la tercera planta se puede observar una galería de arcos acristalados separados entre sí por pilastras corintias.
Otra parte importante del Palacio es su patio interior, un pequeño espacio rodeado de una galería con arcadas en cuya segunda planta lucen unas hermosas y grandes vidrieras. En el centro del claustro se puede ver un pozo decorativo y en los pasillos alrededor del patio, se puede observar una serie de estatuas, columnas, capiteles, entre otras muchas piezas que forman parte de la colección que se exhibe en el Palacio de Los Guzmanes.
Se debe destacar que la fachada sur de la estructura que da a la calle Ancha es de estilo más clasicista.
Los trabajos para levantar este edificio renacentista con toques platerescos se iniciaron en 1560 y se paralizaron en 1572, dejándolo inacabado por motivos económicos. A pesar de quedar inconcluso se convirtió en el palacio más destacado de la ciudad leonesa. El palacio pasó a manos de la Diputación Provincial de León en 1882 y no fue hasta el año 1977 cuando el edificio se terminó, incluyendo una gran ampliación. Las obras, que se realizaron a partir de 1975, consistieron en la construcción de las fachadas norte y terminación de la del este siguiendo el diseño de las existentes, además, la modificación de prácticamente todas las dependencias interiores.
A partir de la última restauración en 1975, se eleva el cuarto piso de las torres, buscando devolverles el aspecto que tuvieron en 1840. Es importante indicar que en una de las torres se observa un balcón con ventana en arco apuntado que, a nuestro parecer, le da elegancia a la torre. Entendemos que es el único balcón de esa categoría que no fue cegado a través del tiempo.
El Palacio de Los Guzmanes fue declarado Monumento Histórico (BIC) en 1963.
Fuentes consultadas:
- https://digitaldeleon.com/cultura-y-turismo/el-palacio-de-los-guzmanes-en-leon-entre-los-edificios-renacentistas-mas-bellos-de-espana-segun-la-revista-ad/
- https://www.visitaleon.com/palacio-guzmanes
- https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_los_Guzmanes