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La Basílica de San Vicente de Ávila

En nuestra caminata por las murallas de Ávila, pudimos observar desde diferentes puntos, un templo muy singular, tanto por sus proporciones como por su arquitectura, se trataba de la Basílica de San Vicente.

La Basílica de los Santos Hermanos Mártires, Vicente, Sabina y Cristeta, conocida popularmente como la Basílica de San Vicente, es el templo de mayor tamaño e importancia en Ávila después de la catedral del Salvador y una de las obras más destacadas del estilo románico de España.

La Basílica de San Vicente fue declarada Monumento Nacional en el año 1882 y Patrimonio de la Humanidad en el 1985, como elemento individual integrante del conjunto Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros.

Cuenta la historia que en el año 306, durante la persecución de Diocleciano, y por orden del pretor Daciano, sufrieron martirio los hermanos Vicente, de Ávila, Sabina y Cristeta por negarse a firmar un documento en el que debían reconocer haber ofrecido sacrificios a los dioses romanos. La leyenda dice que fue el propio judío responsable de su muerte quien, arrepentido, decidió construir un templo para enterrarlos, pasaje que aparece recogido en un relieve del cenotafio.

A lo largo del tiempo, los cuerpos de los mártires fueron trasladados en muchas ocasiones a otros templos. Se indica que desde el año 1062, el rey Fernando I de León y Castilla ordenó que los restos fueran trasladados al monasterio de San Pedro de Arlanza, en Burgos, hasta que en 1175, con el avance de la Reconquista y el desplazamiento de la frontera hacia el sur, los cuerpos regresaron a su lugar de enterramiento original. Para ese entonces ya había comenzado la construcción del templo actual, hacia el año 1130. Fue después del año 1830, que finalmente quedan depositados los restos dentro de unas urnas colocadas en el Altar Mayor de la Basílica de San Vicente.

A pesar de las reformas que ha sufrido la Basílica de San Vicente con el paso del tiempo, los arquitectos que han intervenido, lo han hecho respetando las formas originales del templo.

El material utilizado para la construcción de la Basílica de San Vicente es la «piedra caleña», una arenisca de tonos amarillentos y anaranjados con vetas incluso rojizas por su contenido en óxidos de hierro.

En algunas zonas, como el Altar Mayor y el ábside sur, se utilizó una variedad especialmente rica en matices rojizos, denominada «arenisca sangrante».

La planta es de cruz latina, con tres naves rematadas en ábsides semicirculares y otra de transepto muy alargada, cimborrio, atrio, dos torres que no están acabadas y cripta. Los pilares son de cruz griega sobre base cilíndricas. Las naves están cubiertas con bóvedas de crucería, descansan las tribunas sobre las naves laterales, de vanos o huecos divididos en dos partes de la superficie. Los ábsides tienen bóvedas de cañón. Las partes más antiguas son la cabecera triabsidal (tres ábsides) y el transepto (nave o corredor que cruce de manera ortogonal a otro mayor).

El Altar Mayor no es el original, sino uno barroco de madera dorada con columnas salomónicas, con la figura de San Vicente en el centro y las de sus hermanas a los lados. La ornamentación dorada tan recargada, tan barroca, se realza aún más con la sencillez del interior del templo en términos estructurales.

La rejería de la Basílica de San Vicente está considerada como la más destacada de Ávila en su estilo. Actualmente se encuentra ubicada junto a la bajada a la cripta. En el lado sur del transepto (que por lo general está situado entre el presbiterio o coro y la nave, siendo el elemento de separación) se halla el sepulcro de San Pedro del Barco, de estilo renacentista. Cuenta con un solo órgano, de estilo barroco.

Pero el elemento más destacado del interior de la basílica es sin duda el Cenotafio (no alberga los restos, que como se ha indicado están en unas urnas en el altar mayor, sino que es un monumento funerario conmemorativo) de los santos titulares, Vicente, Sabina y Cristeta. De piedra policromada, es una de las obras más sobresalientes de la escultura románica en España, encontrándose además en un magnífico estado de conservación.

El Cenotafio tiene forma de arca con triple tejado a dos aguas, con decoración de escamas. Los distintos relieves recogen escenas de la historia de los Reyes Magos y del martirio de los propios santos. Los detalles de los relieves policromados en la madera son extraordinarios.

A mediados del siglo XIII se cubre el cimborrio con bóveda ochavada, es decir, de ocho puntas. En su centro se destacan unas rejas doradas, a manera de pintura mural.

 

 


Fuentes consultadas:

  • https://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_San_Vicente_(%C3%81vila)
  • https://www.avilaturismo.com/que-ver/basilica-de-san-vicente
  • https://basilicasanvicente.es