El Jardín de la Isla se ubica al norte del Palacio Real de Aranjuez y se le considera una de las obras principales de jardinería del Renacimiento español junto a la Casa de Campo de Madrid. Desde 1931 es Bien de Interés Cultural y desde 2001 es Patrimonio de la Humanidad como parte de la declaración Paisaje Cultural de Aranjuez.
Se trata de unos jardines en una isla artificial de aproximadamente 25 hectáreas de extensión, entre el río Tajo y una ría o canal. Sobre esta se encuentran cuatro puentes que servían de acceso al jardín.
Con la llegada del arquitecto Juan Bautista de Toledo en el 1560 y la orden de trazar el jardín dada por Rey en 1561, comienza este proyecto donde trabajaron tanto jardineros españoles, como italianos. Poco después llegaron algunas especies de plantas y árboles de Flandes y Francia, y frutales de Andalucía y Valencia.
La fachada norte del Palacio está separada del Jardín de la Isla por una ría enlosada, que se ensancha en abanico formando la Cascada llamada de las Castañuelas, obra de Bonavía. Esta cascada, junto al Palacio Real, se ubica en los canales que se crearon sobre el río Tajo para retener y dirigir sus aguas.
Uno de los puentes más llamativos y que da acceso al jardín es el puente de la Escalinata. Aquí observamos un conjunto de seis esculturas, tres dioses y tres diosas, donde los primeros aparecen enfrentados a las diosas con quienes formaron pareja o tuvieron relaciones.
Al cruzar el puente de la Escalinata se encuentra una plaza de planta octogonal. Esta cuenta con un estanque de igual forma octogonal, cruzado por cuatro accesos. En su centro, en un pilón de mármol en el que sobresale un pedestal, observamos la escultura central del conjunto, Hércules luchando con la Hidra. Cada uno de los cuatro accesos al centro del conjunto aparece custodiado por dos esculturas.
El trazado del Jardín de la Isla se basa en un eje central muy marcado, rodeado por compartimentos rectangulares que se dividen a su vez en cuadrados. Un jardín, sin dudas, muy bien pensado, organizado y estructurado.
Los cruces de los ejes transversales más importantes con el eje central están marcados por plazoletas con fuentes, que al ser colocadas en una línea recta, la distribución del agua resulta mucho más efectiva. La ordenación de las fuentes data de 1582, pero su número y riqueza experimentaron aportes sustanciales durante los reinados del hijo y del nieto de Felipe II.
Algunas plazoletas con fuentes que podemos encontrar en el Jardín de la Isla son: la Fuente del Niño de la Espina, la Fuente de Venus y la Fuente del Dios Baco.
De acuerdo con la inscripción en su pedestal, fue mandada realizar en 1621 por Felipe III. En 1662 fue reubicada por Felipe IV, sustituyendo el grupo escultórico original por el de Neptuno y añadiendo seis esculturas más: Neptuno, Ceres o Cibeles, todas ellas obra de Alessandro Algardi.
Originalmente, fueron colocados en la Fuente de Neptuno, siete grupos de esculturas. En el siglo XIX se eliminó uno de los grupos bajos con su pedestal, y después de la guerra civil desaparecieron las demás, quedando lo que podemos apreciar en la actualidad.
La Fuente de la Boticaria la encontramos casi al finalizar nuestro recorrido en el Jardín de la Isla. Cuenta con vaso circular y un conjunto escultórico de figuras de niños con conchas y rocas. Al fondo, se observa el llamado Salón de los Reyes Católicos, un paseo de más de 300 metros de arbolado, situado junto al dique alto del Tajo, al que separa una barandilla de hierro con pedestales y jarrones, al igual que en el foso del Jardín del Parterre.
No solamente encontraremos fuentes y arboledas y setos en estos preciosos jardines, sino también esta construcción llamada la Pajarera. Una jaula muy grande, que sí, tiene pajaritos adentro. No sabemos a ciencia cierta si los pajaritos están allí por alguna razón específica, pero nos pareció bonito y curioso.
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Fuentes consultadas:
https://www.aranjuez.com/jard%C3%ADn-de-la-isla.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Jard%C3%ADn_de_la_Isla_(Aranjuez)