Blog, España, Paises, Segovia

El Alcázar de Segovia

Cuando lo observamos pensamos quizás en esos castillos medievales de los cuentos de hadas, o en filmes o series donde ha sido utilizado, tan imponente, mágico y hermoso. O, tal vez lo imaginamos como la historia nos lo propone, testigo de una batalla, de bodas reales o de intrigas de palacio, así es el Alcázar de Segovia.

Su construcción data de principios del siglo XII, el Alcázar de Segovia es uno de los castillos medievales más famosos del mundo y uno de los monumentos más visitados de España. Su perfil imponente se levanta, majestuoso, sobre el valle del Eresma y es símbolo de la Ciudad Vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1985.

Palacio y fortaleza de los Reyes de Castilla, el diseño del Alcázar de Segovia y sus dimensiones reflejan el esplendor de la Corte durante la Edad Media. Se considera como un caso único en la historia de la arquitectura española y europea, donde es a la vez, es castillo y residencia real. Se le conoce en 1135 con el apelativo «alcáçar», cuando el rey Alfonso VII era el emperador. De hecho, la palabra “alcázar” es derivada del árabe “alqasr”, y define una residencia real fortificada.

Es probable que el Alcázar de Segovia existiese ya en tiempos de la dominación romana, pues se han encontrado sillares de granito análogos a los del Acueducto. Ha sido fortaleza medieval, palacio real, custodio del tesoro real, del archivo del reino y la armería real, fue prisión de Estado, siendo está su función, de forma casi exclusiva, durante los reinados de Felipe IV y Carlos II. Además, se utilizó como Real Colegio de Artillería y Archivo General Militar.

La edificación cuenta con un perímetro de 728 metros y se encuentra sobre una gran roca. Su planta es muy irregular y se adapta al cerro sobre el que se levanta. La distribución del castillo se divide en dos áreas: la exterior, con un patio herreriano, foso, puente levadizo y la torre del homenaje, y las dependencias interiores que incluyen una capilla y varias salas nobles (sala del Trono, de la Galera, de las Piñas, de los Reyes y otras) que en la actualidad pueden ser visitadas.

La Torre del Homenaje, la más alta del Alcázar, se destaca de manera especial, cuadrada con sus cinco torreones y rematada con almenas, algunas de ellas decoradas con los escudos de Castilla. Se construyó entre los años 1440 y 1465 siendo rey Juan II. Precisamente, fue durante los reinados de Juan II (1406-1454) y de su hijo Enrique IV (1454-1474) cuando el Alcázar llega a su cima, tanto por el papel desempeñado políticamente, como también por la vida cultural activa que en él tuvo lugar y su espléndida decoración.

Como solía suceder en esos tiempos (y en estos también), fue en el año 1681, que la Torre del Homenaje sufrió un incendio, destruyendo su cubierta. Dos siglos después de su restauración, se produjo otro incendio, en 1862. En pocas horas de la mañana del 6 de marzo todo se vino abajo, quedando en ruinas ocho siglos de historia del Alcázar. Pasaron veinte años del incendio, cuando se comenzó la restauración que se extendió por 14 años.

Es considerada la Torre del Homenaje como un gran ejemplo de la arquitectura gótico-civil española. Tiene una altura de 80 metros, cuenta con doce torrecillas adornando su volumen, y en su superficie se trabajó la técnica ornamental arquitectónica del esgrafiado, que es un tipo de grabado que se utiliza para decorar los muros. Esta torre en un principio sirvió de sala de armas, se utilizó como prisión de Estado y fue un símbolo de la potestad absoluta de la monarquía hispánica. Se puede acceder a la parte superior de la Torre del Homenaje subiendo 152 escalones por una escalera de caracol.

Al bajar de la Torre del Homenaje, se puede acceder a la Terraza de Moros que está situada por encima de la puerta de entrada al monumento. Nos permite tener acceso a unas fantásticas vistas de la Plazuela Reina Victoria Eugenia, del foso del Alcázar y de los paisajes de ambos lados del edificio.

Sobre la Plazuela la Reina Victoria Eugenia, se le llama así en honor de la esposa de Alfonso XIII, aunque se conoce en la ciudad simplemente como “la plazuela del Alcázar”. De hecho, es atravesando dicha plazuela que se llega a la entrada del Alcázar y es uno de los lugares de paseo preferido de los segovianos. Bajo el suelo de la plazuela del Alcázar se halla una buena parte de la historia de Segovia, como por ejemplo los restos de su primera catedral, víctima de las luchas entre Comuneros e Imperiales.

Uno de los acontecimientos históricos donde el Alcázar de Segovia fue protagonista y marcó la historia de España, fue la proclamación de Isabel de Castilla en 1474. En una de las salas se rememora este hecho mediante la pintura del artista Muñoz de Pablos.

En el interior del Alcázar de Segovia, fueron decorados los salones y estancias con gran lujo y belleza por pintores y artistas mudéjares. Podemos encontrar vidrieras hermosamente ejecutadas, techos artesonados ricamente decorados y ventanales que nos hacen pensar que estamos en un cuento de hadas.

La construcción de la Sala del Palacio Viejo, corresponde al reinado de Alfonso VIII. En ella se conservan los ventanales que daban iluminación al palacio, ya que el muro en que se encuentran era el muro exterior del palacio viejo. Los zócalos de estilo mudéjar situados entre las ventanas proceden de una vivienda del siglo XIII del cercano barrio de las Canonjías. La decoración se completaba con un conjunto de armaduras del siglo XV.

La Sala de la Chimenea corresponde a la ordenación del alcázar en tiempos de Felipe II. Su mobiliario es del siglo XVI y en las paredes se pueden contemplar pinturas como un retrato de Felipe II y otro de Felipe III y un tapiz flamenco del siglo XVI, entre otros elementos.

En la Sala de la Galera, se encuentra al fondo, el mural representando la coronación de la reina Isabel la Católica como reina de Castilla y de León. Está representada en la iglesia de San Miguel de Segovia, obra del mencionado Muñoz de Pablos. Su artesonado ha sido reconstruido y es toda una belleza.

La Sala del Trono, con el lema de los Reyes Católicos «tanto monta» en el frontal del dosel. Cuenta con una techumbre mudéjar muy llamativa. En las paredes se encuentran los retratos de los mismos reyes, que forman parte de la iconografía de reyes encargada por la reina Isabel II. La vidriera del ventanal representa a Enrique IV de Castilla y es obra del artista segoviano Carlos Muñoz de Pablos, quien es también autor de las vidrieras que se pueden contemplar en las demás salas.

En los muros de la Cámara Regia se pueden observar escenas de la vida en familia de los Reyes Católicos. La cama tiene una cubierta de brocado tejida en oro.

La Sala de Reyes, es la que más se destaca de los espacios que visitamos. Cuenta con un artesonado de hexágonos extraordinario y rombos dorados, además de un friso original en el que cincuenta y dos imágenes policromadas y sedentes representan a los Reyes y Reinas de Asturias, León y Castilla desde Don Pelayo hasta Juana la Loca. Un trabajo extraordinario.

La Sala del Cordón debe su nombre a que está rodeado por las paredes, de un cordón largo y dorado. Representa el cordón franciscano, una penitencia de Alfonso X por su orgullo desmedido.


Hay una capilla en la sala de cordón desde la que el Rey o la Reina escuchaba la misa. Es aquí que se encuentra un retablo de la escuela castellana del primer cuarto del siglo XVI y otro dedicado a Santiago Apóstol, así como la Adoración de los Reyes, pintada en el año 1600.

Una de las últimas salas que visitamos en el Real Alcázar de Segovia fue su Sala de Armería. Allí se exhibe una buena muestra de armaduras, espadas, escudos y cañones.

Todas estas salas en general fueron restauradas después del incendio devastador de 1862, aunque se conservaron los frisos de yeserías medievales. Armaduras, muebles y tapices son auténticos y corresponden a varias épocas del monumento, castillo-palacio de reyes de Castilla y León. En 1898 se instaló en la primera planta del edificio el Archivo General Militar, que actualmente continúa en el Alcázar. Además, alberga un Museo de Armas y el archivo histórico más antiguo de las Fuerzas Armadas de España.

En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico. En 1953 se creó el Patronato del Alcázar que es el responsable del museo que se puede visitar en su interior. Este patronato vela por la conservación, entretenimiento y protección artística del monumento.

El Alcázar de Segovia es hoy día, uno de los monumentos de Europa que genera gran interés en ser visitado. Quizás, la magia que genera su belleza y monumentalidad es motivo suficiente para acercarse y comprobar que es real.

 

 


Fuentes consultadas:

  • https://www.alcazardesegovia.com/
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Alc%C3%A1zar_de_Segovia
  • https://www.segoviaunbuenplan.com/monumentos-segovia/alcazar/