Al entrar en la Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada, es impresionante el tamaño y la grandeza del recinto y sus columnas corintias con un equilibrio perfecto y armonioso, son una maravilla a la vista. Su arquitecto, el maestro burgalés Siloe (1528-1563) logra alejarse del modelo tradicional gótico europeo y español, adoptando el estilo romano, con sus proporciones clásicas y logrando una armoniosa escala interior. De esta forma, Siloe logra un modelo que arquitectos posteriores en Andalucía y en América siguieron. La construcción de los pilares corintios de la Catedral de Granada duró aproximadamente treinta cinco años, comenzando en 1533.