Nuestro interés de visitar en Madrid, la Real Basílica de San Francisco el Grande, surge desde hace unos años cuando nos encontramos por casualidad con los Jardines de la Dalieda de San Francisco. Fue el templo hermoso que sobresalía al otro lado del muro lo que llamó nuestra atención.
La Basílica de San Francisco el Grande se destaca por su impresionante cúpula, la más grande de España y la cuarta de Europa, tras las de la basílica de San Pedro y el Panteón, ambos en Roma, y la de Santa María del Fiore, en Florencia.
El lugar estuvo ocupado anteriormente por un convento-ermita franciscano, que, según se cuenta, fue fundado por san Francisco de Asís en 1217, tras su paso por Madrid en su peregrinaje a Santiago de Compostela. En 1760, los franciscanos derribaron la primitiva edificación para construir, sobre su solar, un templo más grande.
La basílica que oficialmente se llama Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, fue construida en estilo neoclásico en la segunda mitad del siglo XVIII, a partir de un diseño de Francisco Cabezas, desarrollado por Antonio Pló, quien se hizo cargo de la cúpula, concluyéndola en 1770. En 1776 la comunidad de frailes solicitó al rey Carlos III que se incorporara al proyecto el arquitecto real Francesco Sabatini, uno de los creadores del Palacio Real, quien se encarga de la fachada principal y las dos torres que la coronan. El edificio fue finalizado en 1784.
Según los historiadores este tercer templo junto con su convento fue adquiriendo unas dimensiones mayores gracias a las aportaciones de familias nobles madrileñas que querían ser enterradas en sus capillas. Al crecer más que el convento de San Francisco de Paula situado en la carrera de San Jerónimo, junto a la Puerta del Sol, recibió popularmente el apelativo de “el Grande”.
Para principios del siglo XIX, se contemplaron varios usos para el templo, por ejemplo, durante el reinado de José I (1808-1813), se pensó en destinar el templo a Salón de Cortes, aunque al final, en 1812, fue convertido en hospital. En el año 1836, los franciscanos fueron expulsados y el edificio quedó en manos del Estado español, a través del organismo Patrimonio Real. Un año después, se contempló convertirlo en Panteón Nacional, pero la iniciativa no logró materializarse en ese momento. En 1838, sirvió de sede a un cuartel de infantería, al tiempo que se recupera el culto religioso. La Junta Protectora de la Obra Pía de Jerusalén quedó bajo la titularidad del Estado.
En 1869 se retomó la idea del Panteón Nacional. Durante los cinco años siguientes, el templo albergó los restos mortales de diferentes personalidades de la historia española, entre ellos los de Calderón de la Barca, Alonso de Ercilla, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Ventura Rodríguez, Juan de Villanueva y Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán). Fueron depositados en una capilla y devueltos en 1874 a sus respectivos lugares de origen.
En 1879, la basílica fue objeto de una reforma y restauración profunda, impulsada por el político Antonio Cánovas del Castillo y financiada por el Ministerio del Estado. La rehabilitación fue aprovechada para decorar su interior, en un proceso que se extendió desde 1880 hasta 1889. En dicha reformación intervinieron diferentes artistas españoles especializados en pinturas murales y artes decorativas. En el Museo del Prado se conservan la mayoría de los estudios y bocetos para la realización de estas obras.
En 1926, el rey Alfonso XIII devolvió el templo a los franciscanos. En 1963 se elevó a la categoría de basílica, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles.
A lo largo del siglo XX se realizaron reformas y rehabilitaciones, que obligaron a su cierre durante décadas. En noviembre de 2001, la iglesia volvió a abrirse al público y en 2006 fueron desmontados los andamios instalados en el interior. Estos fueron utilizados por los restauradores en la recuperación de las pinturas murales.
La fachada principal, orientada al este, es obra de Francesco Sabatini, de diseño neoclásico y configuración cóncava, para adaptarse a la planta circular de la estructura. La misma se compone de dos cuerpos, en el inferior se sitúan tres arcos de medio punto, y en el superior cuenta con tres ventanales adintelados. Se ubica en el punto central un frontón triangular y una balaustrada, que recorre los lados. Entre los materiales de construcción utilizados en la estructura, se encuentra la combinación de sillares de granito en la fachada principal y el ladrillo.
La iglesia consta de una planta central circular cubierta por una gran cúpula de 33 metros de diámetro y 58 metros de altura, capilla mayor y seis capillas, tres a cada lado, cubiertas por cupulillas. Cuenta con vestíbulo y ábside.
La Basílica de San Francisco el Grande, es reconocida por su decoración interior elegante y lujosa, realizada en estilo ecléctico a finales del siglo XIX. Además, por su gran colección de cuadros, representativa de la pintura española de los siglos XVII a XIX, con cuadros de Zurbarán y Goya, entre otros grandes artistas, lo que la convierte en un gran museo.
El interior de la gran cúpula es una verdadera joya, decorada con pinturas murales alusivas a Nuestra Señora de los Ángeles, donde se muestran diferentes escenas de reyes y santos rindiendo pleitesía a la Virgen. Los murales fueron realizados sobre paneles de yeso, instalados sobre la superficie interior del domo, y están dispuestas en ocho grandes secciones, separadas entre sí por ocho molduras. El contorno de la rotonda está adornado con doce esculturas de los Apóstoles, labradas en mármol blanco de Carrara, a partir de modelos españoles. La rotonda interior está pavimentada en mármoles, así como sus zócalos.
En cuanto a las vidrieras policromadas situadas en los vanos que rodean la parte inferior de la cúpula, éstas fueron realizadas por la casa Mayer de Múnich en 1882, en donde se representan escenas de la vida de la Virgen. Completan la rica decoración los 16 candelabros monumentales realizados en latón por la Compañía metalúrgica de San Juan de Alcaraz, en 1889, y dispuestos en las paredes de la rotonda.
La capilla mayor está ubicada en el ábside. Es con la remodelación de finales del siglo XIX, que fueron instalados numerosos elementos ornamentales, contando con materiales como el mármol, las maderas nobles, el bronce y el oro.
De las capillas, se debe destacar que cada una cuenta con su propio altar, su cúpula menor y su propia decoración. Las tres capillas que se encuentran del lado izquierdo son la de San Bernardino, la segunda está dedicada a Santiago y la tercera a Carlos III.
Es la primera capilla, una de las más reconocidas de la Basílica, pues allí se encuentra un cuadro de Goya. El gran pintor representa en esta obra a San Bernardino de Siena predicando al rey Alfonso V de Aragón y sus cortesanos napolitanos, y en la parte derecha aparece un personaje que es un autorretrato de Goya.
Las capillas del lado derecho son la del Sagrario, la de la Purísima y la de San Antonio de Padua.
En cuanto a su vestíbulo, las piezas más notables son las siete puertas que permiten la entrada al recinto, que fueron talladas en madera de nogal en el siglo XIX.
En el coro que está instalado en la parte superior del vestíbulo, se destaca su órgano tubular, realizado en 1884 por la Casa de Aristíde Cavaillé-Coll, de París, y restaurado en 2001.
En donde se ubicaba el claustro del antiguo convento, en 2007 se levantó, los Jardines de la Dalieda de San Francisco. Este parque contiene un gran mirador hacia la puesta de sol. Presidiendo el mirador tenemos la escultura El sueño de San Isidro, obra de Santiago Costa. Y son precisamente estos jardines, el lugar perfecto para cerrar con broche de oro nuestra visita a la Basílica de San Francisco el Grande, que es sin lugar a duda, uno de los mayores tesoros artísticos y monumentales de la capital de España.
Fuentes consultadas:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Real_bas%C3%ADlica_de_San_Francisco_el_Grande
- https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/san-francisco-el-grande
- https://www.miradormadrid.com/san-francisco-el-grande-basilica-y-museo/
- https://blog.esmadrid.com/blog/es/2015/08/31/san-francisco-el-grande/#