No hay nada mejor que tapear y tomarse un buen vino o una buena cerveza o caña en los restos de un baño árabe. Sí, lo que leen, estamos hablando del baño almohade del siglo XII mejor conservado de toda la península ibérica y se encuentra en la Cervecería Giralda de Sevilla.
El descubrimiento reveló un tipo de baño para una clase social más elevada, con una decoración geométrica, que se sale de lo normal en los baños islámicos descubiertos hasta el momento, y con un número de luceras en la bóveda de cañón, también más numeroso y en un estado de conservación excelente, son 89. Las luceras cuentan con cinco formas distintas, una cantidad muy superior a la habitual en un baño público.
Las pinturas en sus paredes, que suben hasta la cúpula y bóveda de las distintas salas del baño público, se hallaron magníficamente conservados. Pocos baños públicos de esa época, ninguno en la península, cuenta con pinturas más allá del zócalo.
No se trataba de baños públicos al uso. Aunque compartían el uso higiénico y la utilidad social comparado con otros baños de la época, éste era un hammam bastante exclusivo. Los expertos y estudiosos llegan a esta conclusión por su cercanía con la mezquita Aljama y el Alcázar, y por su riqueza compositiva y ornamental. Y es que el Giralda está a unos 50 metros de la torre que le da nombre, ya presente como alminar (en obras) en la entonces mezquita.
Tras la conquista de Andalucía, este exclusivo hammam dejó de tener esa función. El edificio fue donado entonces a Jofre García, escanciador del rey. Ya para el siglo XIV, lo tomó el alto clero sevillano, que lo tuvo en alquiler hasta al menos el siglo XVII.
A principios del siglo XX, el arquitecto valenciano Vicente Traver, autor también del Teatro Lope de Vega o el Ateneo de Sevilla, reformó el edificio para convertirlo en hotel. Traver, protegió la ornamentación y añadió el zócalo de azulejos trianeros que se mantiene. Desde 1923, el Giralda ya es un bar, aunque naciese como Bar Español.
Fue en el año 2007 que un amante de las artes y la historia, el hostelero sevillano Federico G. Patanchón, se encomienda a descubrir esa gran joya oculta. Pasaron diez años, cuando en el 2017, Patanchón cuenta con la colaboración del arquitecto Fran Díaz y de los arqueólogos Álvaro Jiménez, José Manuel Rodríguez, Fernando Amores y la empresa Gares (Premio Nacional de Restauración), que asumen la tarea de estudio y recuperación de este Patrimonio. Tres años más tarde, sus luceras vieron la luz.
En la Cervecería Giralda, se pueden distinguir las tres salas típicas del baño árabe. Así tenemos lo que fue la sala caliente que se ubicaba en la zona que hoy es la cocina y que solo queda parte del arco de la entrada. Como su nombre indica, el aire caliente convertía esta estancia en una especie de sauna con pilas de agua para refrescarse.
La sala templada, que es la sala principal de la Cervecería, es donde se sitúa la barra. Se han descubierto hasta 52 luceras en esta habitación, distribuidas en los cuatro tramos de cúpulas menores que rodean a la principal. De igual forma, la temperatura ambiental presente en esta sala, en contraste con las otras dos, es la que motiva su nombre. La cúpula octogonal que corona la sala principal es una reconstrucción del siglo XVII, cuando se rebajó la original y se taparon las claraboyas. Aunque mantiene el mismo aspecto que en origen, está a menos altura y sustentada por columnas de mármol de esa época.
Por último, está la sala fría, que, en aquella época antigua, era a la primera a la que se accedía desde el vestíbulo, puerta de entrada al hammam. En lo que fue la sala fría, ahora se sitúa el salón comedor, dedicado al arte fotográfico y la zona reservada a doble altura. Es aquí donde se hallan 32 luceras, con 5 formas distintas y distribuidas en cinco hileras, cubriendo todo el techo de bóveda de cañón.
Ya sabe, si en su visita a Sevilla, desea tapear o tomarse alguito en un lugar con más de 800 años de antigüedad, la Cervecería Giralda es el lugar único y perfecto.
Fuentes consultadas:
- http://cerveceriagiralda.es/
- https://saborandalucia.com/bar-giralda-hamman-siglo-xii/