La Carrera del Darro es uno de los paseos más bonitos que puedes dar por una de las calles más antiguas de Granada. Se da este nombre a todo el margen izquierdo del río Darro, hasta la curva de San Pedro y San Pablo. El río es cruzado por dos puentes de ladrillo y cantería llamados de Cabrera y de Espinosa.
La calle que hoy conocemos se construye en el Siglo XVII, luego de la destrucción dejada en 1509 por la explosión de un polvorín que estaba situado junto a la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Al derribarse parte de la muralla, se modifica la dirección del cauce del río, ensanchándose entonces la calle.
Se piensa que el nombre de Darro tiene su origen de la palabra romana «oro» (aurus), debido a que la gente lavaba oro en sus orillas. Luego los musulmanes cambiaron su nombre al de «Hadarro» y que tras la reconquista, los cristianos, lo re nombraron “Dauro”. Al parecer, la gente seguía siglos después, escarbando por allí en busca de oro. Así dicen que llega al nombre actual de “Darro”.
Además del marco geográfico espectacular de la calle, hay que añadirle su propia arquitectura. Encontramos de todo, casas moriscas, iglesias, palacios y conventos, siendo declarados una buena parte de ellos, Bien de Interés Cultural.