La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada es una de las obras cumbres del Renacimiento español. Es la primera Catedral renacentista de España, y la segunda Catedral más grande de Granada. Sus arquitectos fueron, Diego de Siloé, Enrique Egas, Felipe Bigarny y Juan Gil de Hontañón. Contando con unas dimensiones extraordinarias, la Catedral de Granada muestra su Altar Mayor completamente redondo, algo que en la arquitectura no se había logrado hasta ese momento. Posee una colección muy completa de obras del importante artista granadino y andaluz, Alonso Cano.
Los muros altos están decorados con vidrieras muy bellas, algunas traídas de Flandes. En la Sacristía, el principal tesoro es un Crucifijo de tamaño natural de Martínez Montañes, y bajo él se guarda una de las más preciadas joyas del arte español: la Inmaculada, pequeña escultura barroca granadina realizada en 1656 por Alonso Cano.