Entre los diez palacios más grandes del mundo se encuentra el Palazzo Quirinale de Roma. Ubicado precisamente en Quirinale o Quirinalis, nombre que se le da a la más alta de las siete lomas de Roma. Esto en honor a Quirinus, dios de la Guerra en la mitología romana y uno de los dioses principales de los romanos.
La gran elevación de Quirinale, lo convertía en un lugar muy atractivo para las familias más importantes de Roma. Fue aquí donde se construyeron los últimos baños romanos bajo el reinado de Constantino.
Es en el año 1583, que el Papa Gregorio XIII (creador del calendario Gregoriano) ordenó la construcción de un palacio sobre esta loma. El mismo se convertiría en la residencia de veraneo del Papa. Además, durante la primera mitad del siglo XIX, el palacio fue el lugar de los cónclaves de Cardenales para la elección del papa. Se estima que un total de diez (10) Papas usaron este palacio como residencia.
Con la re-unificación de Italia en el 1871, Roma se convierte en la capital del Reino y el Palacio Quirinale en la residencia del Rey. Ya en el 1946, con la caída de la monarquía y la conversión a una República, el Palacio continuó siendo la residencia oficial del poder máximo. Ha sido la residencia de doce presidentes de la República Italiana, función que aún hoy cumple.