El Palacio de Cristal del Parque del Buen Retiro, es sin lugar a dudas, una de las estructuras más hermosas que se pueden encontrar en Madrid. Es una estructura que combina por un lado, delicadeza y romanticismo, y por el otro, una combinación de materiales innovadores y un espacio monumental dándole una actitud imponente.
Al igual que el Palacio de Exposiciones, o Palacio de Velázquez, y por el mismo motivo, albergar una exposición muy importante, el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, construyó en el 1887 el Palacio de Cristal. El espacio se construyó en cinco meses y fue diseñado como invernadero-estufa para albergar la muestra de plantas exóticas traídas para la Exposición de Flora de las Islas Filipinas, en aquellos tiempos, colonia española. Esta vez su proyecto de construcción se inspiró en el Crystal Palace, de Paxton en Londres.
El Palacio de Cristal es uno de los mejores ejemplos de la llamada arquitectura del hierro en Madrid, siendo la primera vez que en España se utilizaba el hierro y el cristal en un edificio no industrial. De hecho, fue la revolución industrial la que impulsa grandes cambios en los materiales de construcción, atemperándose a las necesidades de funcionalidad de una nueva sociedad, industrial y capitalista. Materiales como el acero, el hierro, el acero laminado, el hormigón armado y el vidrio, hicieron su incursión a finales del Siglo XIX. Precisamente, son las Exposiciones Universales, los eventos que ayudaron a dar a conocer esos nuevos materiales y las nuevas técnicas de construcción.
Velázquez se inspiró en la cabecera de una iglesia gótica para diseñar y construir la planta en forma de cruz griega. El arquitecto la divide en tres naves laterales y una central, rodeadas por paredes y techos de cristal. Coronada por una cúpula esquifada y acristalada de cuatro paños que mide 22,60 metros de altura y sobresale de las demás cubiertas realizadas con bóvedas de medio cañón.
El hierro se utilizó en las columnas jónicas que sostienen la estructura de cristal de la cubierta, sobre una plataforma realizada en piedra y ladrillo. Además del hierro forjado, se utilizó hierro colado en algunas piezas, como las caras de angelotes que adornan la cornisa superior. Las columnas del pórtico son de piedra sobre un basamento de hormigón y las escalinatas de granito. El ceramista Daniel Zuloaga, es el responsable de los azulejos que adornan todo el perímetro con dragones, estrellas y flores. El pórtico, de estilo griego y clásico, se abre a una terraza que mira al lago.
Actualmente, el espacio es utilizado para exposiciones temporales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.