En el lugar donde ubica la Iglesia Colegial del Divino Salvador de Sevilla, en España, se hallaron, en tiempos más tempranos, un templo romano, una basílica paleocristiana, visigoda y mozárabe. Fue la primera mezquita mayor de la Ixbiliya andalusí, construida por orden de Abd al-Rahman II siendo cadí de la ciudad y su constructor Omar ibn Abaddas, de quien tomó el nombre, hacia el año 830. El aumento de la población requirió con el paso del tiempo la construcción de una de mayor tamaño, que fue construida por el emir almohade Abu Yaqqub durante el último cuarto del siglo XII junto al minarete que hoy es la Giralda. Y no tan solo eso, en el siglo XI se ubicó la mezquita mayor de Sevilla, de la que todavía se conservan el Patio de las Abluciones y el Alminar, ahora convertido en campanario. Luego de la reconquista de Sevilla en 1248, Fernando III de Castilla situó la catedral en la antigua mezquita mayor. Posteriormente, cristianizó la mezquita con la advocación del Divino Salvador del Mundo.
La Iglesia Colegial del Divino Salvador trata de una iglesia barroca, aunque la fachada principal, que da a la plaza del Salvador, tiene una influencia manierista. La arquitectura manierista se desarrolló entre el final de la arquitectura renacentista y el comienzo de la barroca (1530 al 1610). El edificio actual fue terminado a comienzos del siglo XVIII.
En cuanto a su organización estructural y arquitectónica, es de planta rectangular y tiene tres naves. Sus bóvedas son de cañón y de arista. Se destaca bellamente su cúpula, el retablo mayor y la capilla sacramental. Tiene pilares con columnas endosadas que sostienen las bóvedas a gran altura. Alegadamente, es la única iglesia de la región con estas características. En la cabecera de la nave central las columnas tienen una tracería en la que se incluyen símbolos eucarísticos, castillos y leones. Podemos observar los capiteles dorados que le ofrecen un detalle muy barroco al recinto. Su cúpula es de de tambor y tiene una planta octogonal.
En su interior se encuentran un total de 14 retablos.
El retablo mayor fue realizado entre 1770 y 1778 por Cayetano de Acosta y es de estilo barroco. En la parte inferior están los Padres de la Iglesia y una Inmaculada sobre el Sagrario. En el centro está la escena de la Transfiguración de Jesús, que es uno de los momentos en los que mostró su divinidad. Alrededor de la escena están los arcángeles.
En el campanario se distinguen tres zonas: la base se corresponde con el antiguo alminar, la parte intermedia fue realizada en el siglo XIV y la parte superior actual fue realizada por Leonardo de Figueroa entre 1718 y 1719. En cuanto al alminar o minarete, este es el término designado a las torres de las mezquitas musulmanas, desde donde el muecín o almuédano convoca a los fieles musulmanes para que acudan a la oración. El patio de abluciones de la antigua mezquita, muy pequeño si lo comparamos con el de los Naranjos, se accede por un portillo en la calle Córdoba.
Detrás del retablo mayor cuenta con un pequeño museo, donde se exponen pinturas y otros objetos artísticos, mayormente, de la escuela sevillana del siglo XVII.
En el siglo XIX la legislación en lo referente a la iglesia cambió y en 1852 este templo dejó de ser una colegiata para pasar a ser una parroquia. No obstante, ha mantenido el nombre de colegial.
En 2003 volvería a ser sometida a un profundo trabajo de restauración, dirigido por el arquitecto Fernando Mendoza Castells que finalizó a principios de 2008 devolviendo al templo parte de su esplendor. Fue reinaugurado el 22 de octubre de 2008.
En este templo es de donde salen los pasos de La Borriquita y del Cristo del Amor el Domingo de Ramos. En su interior se venera una imagen gótica muy similar a la Virgen de los Reyes y que, según se cuenta, fue la primera que se presentó a Fernando III y que desechó por no ser de su agrado. Es, como su cuasi gemela, una Virgen sedente con el Niño en su regazo en actitud de bendecir a los malvados pecadores que se acercan a la imagen para recibir una amnistía general y no irse al infierno cuando mueran.