Una visita a la Basílica de San Isidoro no puede terminar sin la visita a su Museo. Este ocupa lo que fue la Tribuna Real, que posteriormente se convirtió en Sala Capitular. En la actualidad se entra a través del claustro, que también da acceso al Panteón Real.
La obra más destacada del museo es el conocido como Cáliz de Doña Urraca, una maravilla de la orfebrería románica, que fue donada por Doña Urraca. Este cáliz se localiza en el primer piso, fuera de la Tribuna Real, en lo que se conoce como Sala del Cáliz.
El claustro de la Basílica de San Isidoro, se compone de dos plantas. La primera se construyó al estilo plateresco y la segunda planta, es de estilo neoclásico. De la reconstrucción de la segunda planta llevada a cabo en el primer tercio del siglo XVIII se destaca su friso decorado con alusiones a las reinas de España.
Todo el pórtico del claustro es románico. Los muros se levantaron con materiales reaprovechados y han aparecido entre ellos tejas que tienen impreso el sello de la Legio VII Gémina romana fundadora de la ciudad de León. El Claustro se sigue utilizando por el pueblo de León para celebrar algunas de sus fiestas tradicionales como Las Cabezadas, el último domingo de abril, o la procesión del Domingo de Ramos y el rito de la Vigilia Pascual.
En este Claustro se celebraron al comienzo del reinado de Alfonso IX de León las Cortes de León de 1188, sus Decreta, han sido reconocidos por la Unesco como «el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo» concediendo a León el distintivo de «Memoria de la Humanidad» (World Memory) por ser considerado la cuna del Parlamentarismo. Después de la iniciativa de Alfonso IX de León, varios reinos europeos convocaron Cortes con la participación de representantes de las ciudades, como el Reino de Inglaterra que lo hará en 1215, después de León. Se puede decir entonces, que fue en este claustro donde se abriría el camino para que el Tercer Estado participara en las decisiones de gobierno.
En el claustro, muy cerca de donde se ubica el Panteón Real de León, se conservan fragmentos de pinturas murales que decoraban el interior de la pared de un arco, en lo que parecería un sepulcro.
El Panteón Real de León se ubica a los pies de la Basílica de San Isidoro, de zona cuadrangular. Son sus pinturas murales las que convierten a este espacio en una de las obras maestras del románico a nivel mundial. La decoración pictórica al fresco de la bóveda y los muros laterales son una maravilla que solo estando allí se puede disfrutar, ya que no es permitido tomar fotos. Los frescos representan los tres ciclos litúrgicos: Navidad, Pasión y Resurrección. Repartidos en el suelo se encuentran un buen número de sepulcros reales. Sin embargo, desde la ocupación napoleónica del XIX, cuando los restos reales se extrajeron de los sepulcros, no es posible identificar con exactitud quien descansa en cada sepulcro.
La llamada Torre del Gallo, situada a los pies de la iglesia, es obra del siglo XII. Es de planta cuadrada y forma parte de la muralla romana, de manera que el primer cuerpo rodea un cubo de la muralla.
En época de Fernando I los dos primeros cuerpos tuvieron misión defensiva. En el segundo cuerpo hay una estancia con bóveda de cañón y un arco fajón que se apoya sobre columnas, con el fin de reforzar la bóveda de cañón. Se accede a este cuerpo por la ronda de la muralla. La torre es coronada con una veleta que es el gallo famoso, símbolo de la ciudad de León. La torre tuvo que ser restaurada en la segunda mitad del siglo XX y reparada y consolidada con nuevas técnicas a principios del siglo XXI.
Fuentes consultadas:
• https://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_San_Isidoro_de_Le%C3%B3n
• https://www.museosanisidorodeleon.com/basilica-isidoriana/
• https://www.milviatges.com/2021/basilica-san-isidoro-panteon-reyes/
• https://www.museosanisidorodeleon.com/el-claustro/