El Real Alcázar es uno de los monumentos más visitados de España y residencia de los miembros de la familia real española cuando visitan Sevilla, convirtiéndose en el palacio real en uso más antiguo de Europa. En el año 1987, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad, junto a la Catedral de Sevilla y al Archivo de Indias.
Al observar de cerca el Real Alcázar de Sevilla, se percibe la integración de la historia de las culturas que allí dejaron alguna huella de su presencia. Aunque el palacio original se edificó en la Alta Edad Media, se han hallado restos romanos y se conservan algunos rastros de arte islámico. Así también encontramos estilos como el Gótico de la época donde reinó Alfonso X, el Palacio Mudéjar de Pedro I y el estilo renacentista lo vemos reflejado en los Salones de Carlos V. En reformas posteriores se añadieron elementos tanto manieristas como barrocos.
Al Real Alcázar de Sevilla se entra por la Puerta del León, anteriormente llamada, Puerta de la Montería. Su construcción es de estilo almohade y es la puerta que da el acceso principal al patio del León y al palacio del Rey Pedro I, a quien unos llamaban “el Cruel” y otros “el Justiciero”. Subió al trono siendo un adolescente y para conservarlo tuvo que ser muy fuerte, en todos los sentidos de la palabra. Vivió la primera, de muchas guerras civiles que protagonizó la historia de España.
Según el historiador José Gestoso y Pérez, la figura del león ubicada sobre el dintel de la puerta, está formada por un panel de azulejos realizado en cerámica trianera de la fábrica de Mensaque, en el año 1892.
A la sala de Justicia se accede por el patio del León. Es de planta cuadrada, de estilo mudéjar y fue construida en el reinado de Alfonso XI. Es una sala de planta cuadrada y una bóveda de artesonado. La sala habría sido realizada entre 1340 y 1350. Este espacio se asemeja mucho con la sala de Comares de la Alhambra, no solo por el espacio como tal, sino también por su ornamentación elaborada de relieves en yeso. En los siglos XVI y XVII era conocida como sala de los Consejos. Es probable que en esta sala se ubicara el tribunal presidido por Pedro I.
Desde la sala de Justicia se accede al patio del Yeso, que fue edificado a finales del siglo XII, de época almohade, de planta casi cuadrada, presenta una alberca o estanque en el centro y con arcos porticados en cada uno de los lados del patio, sobre los que aparece una decoración muy rica.
En el lado sur hay unas columnas califales que sostienen unos arcos con decoración (sebka) de yeso. Esta decoración cubre un pórtico. En la pared opuesta hay una salida tapiada con tres arcos de herradura de estilo califal cordobés. Al igual que en otros lugares del Alcázar, en este patio se han realizado varias reformas a lo largo de su historia. De hecho, todo el muro donde se encontraba la arquería de sebka se encontraba tapado y a finales del siglo XIX fue descubierto. Para el año 1912, el marqués de Vega-Inclán, entonces conservador del Alcázar, encargó su recuperación y restauración.
En el 914 el emir cordobés Abderramán III mandó construir una alcazaba con una muralla cuadrangular adherida a la antigua muralla romana de la urbe. En el interior había algunas dependencias simples adosadas a los muros, como almacenes, caballerizas y cuarteles.
El Patio de la Montería es el patio principal del Real Alcázar y está presidido por la puerta del Palacio de Pedro I. En las paredes hay arcos de medio punto que fueron tapiados en el siglo XV. A la derecha se encontraban las estancias de la Casa de Contratación.
El Salón del Almirante debe su nombre al Tribunal del Almirantazgo de Castilla, que tuvo su sede aquí. El Salón del Almirante era una parte de la “Casa de la Contratación de las Indias”, institución fundada en el Alcázar de Sevilla en 1504 por Isabel la Católica tras el descubrimiento de América para la regulación del comercio entre España y el Nuevo Mundo.
Sevilla fue el puerto elegido por la reina por la seguridad que ofrecía frente a posibles ataques piratas, convirtiendo a la cidad en Puerto y Puerta de América, y capital europea del comercio durante el siglo XVI. Aquí fue donde Américo Vespucio, Magallanes y El Cano trazaron la vuelta al mundo, y Juan de la Cosa realizó el primer mapamundi de la historia. Esta sala está decorada con pinturas de temática histórica del siglo XIX y principios del XX. Hoy en día sirve como Salón de Conferencias.
La Sala Capitular o Sala de Audiencias, hoy es una Capilla. Su forma es cuadrada y la recorre un banco de piedra, asiento de los capitulares. Preside esta estancia un altar con un magnífico Tríptico de » La Vírgen de los Mareantes”, de Alejo Fernández.
La escena central es la imagen de María con un manto, acogiendo a personajes relacionados con el descubrimiento del Nuevo Mundo, flanqueada por cuatro santos: a la izquierda, San Sebastián y Santiago, y a la derecha, San Telmo y San Juan Evangelista. En la parte de abajo se representan los siete tipos de navíos que existían en esa época.
El artesonado es del siglo XVI con motivos decorativos renacentistas. En 1967 se reforma, tapizando las paredes con los escudos del Almirantazgo español. Aquí se reunían los miembros del gobierno de la Casa de la Contratación.
Siguiendo la tradición castellana e insertada en la configuración de la casa mediterránea que se observa en buena parte de las estancias del Alcázar, este patio acoge una colección de azulejos sevillanos de los siglos XV al XX, entre los que se destaca una obra renacentista del italiano Niculoso Pisano.
Este es el primero de tres artículos dedicados al Real Alcázar de Sevilla. En el próximo, daremos un recorrido por el Palacio Mudéjar o de Pedro I, pasaremos al hermoso Patio de las Doncellas y el patio de las Muñecas, continuando por salones como el de los Tapices y el de los Embajadores, hasta llegar al Palacio Gótico.
Fuentes consultadas:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Alc%C3%A1zar_de_Sevilla
- https://www.alcazarsevilla.org/historia/