Para aquellos que no están familiarizados con el idioma italiano, «el Ponte Vecchio» no es un nombre exótico para un puente. En «Firenze» (Florencia), simplemente es, el Puente Viejo. Un símbolo de Firenze, ciudad a la cual los romanos denominaron Fiorentina en su fundación y que en latín significa florecimiento.
Es en el punto más estrecho del río Arno que se ubica el puente, esto por razones obvias. Sin embargo, las inundaciones y desbordes constantes del río Arno, destruían los puentes que iban reemplazando o reconstruyendo a causa de dichos desastres. Muchos creen que el cruce del río Arno se remonta al año 996 y fue construido por romanos.
Originalmente, el arco de piedra medieval sobre el río Arno, el puente viejo que conocemos, fue de un solo nivel, siendo reconstruido nuevamente en 1345. Continuó albergando comerciantes, generalmente carniceros. Sin embargo, en el siglo XVI, los Médici ordenaron al arquitecto Giorgio Vasari, la construcción de un segundo nivel para el puente. El fin era conectar el Palacio Pitti de los Médici, ubicado en un lado del río Arno, con el Palazzo Vecchio (El Palacio Viejo), sede del gobierno en ese momento, posicionado en el lado contrario del río.
Para completar el proyecto fue necesario la construcción de otros puentes y corredores para conectar los edificios de interés a los Médici. Esto se conoció como el Corredor Vasari. Como resultado del proyecto, fueron expulsados los carniceros que mercadeaban sus mercancías en el «Ponte Vecchio», siendo reemplazados por orfebres y joyeros. Estos últimos lograron que los Médici apreciaran mucho más el camino al hacer sus recorridos por el segundo nivel del puente.
Hoy en día podemos encontrar otros puentes que cruzan el río Arno, sin embargo, sigue siendo el «Ponte Vecchio» el que acapara la atención de todos los que por allí se asoman. Aunque ya los Médici no caminan por los corredores del segundo piso, hoy tal vez más que antes, encontramos joyerías, unas, con más tiempo que otras.
En el 1900, para conmemorar el cuarto siglo del nacimiento del escultor y orfebre, Benvenuto Cellini se instaló un busto del florentino en el centro del puerte.