Fue en 1919 que, en el Palacio de Versalles o Castillo de Versalles, se pondría fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del Tratado de Versalles. Este hecho demuestra la importancia de este recinto que comenzó como una residencia real a partir de 1682 hasta 1789, y continúa siendo hoy uno de los lugares más visitados en el mundo. El Palacio de Versalles es uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa y fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1979.
El palacio está ubicado en el municipio de Versalles, cerca de París, en la región Isla de Francia. En forma de abanico y abierta hacia la avenida París, nos recibe la Plaza de Armas. Esta plaza viene a ser una prolongación del patio de Honor y del patio Real.
La Plaza de Armas está delimitada por la reja de Honor, que da paso al patio de Honor, el primero de los patios de acceso al palacio.
El primer monarca en dedicarse a la transformación del pabellón de caza de su padre, Luis XIII, fue Luis XIV, donde prefirió construir su nuevo edificio a partir del antiguo. En 1682, instaló la Corte y el gobierno en Versalles. Antes de instalarse aquí, los reyes residían en el Palacio del Louvre, hoy Museo del Louvre. Desde entonces y hasta la llegada de la Revolución Francesa, diferentes monarcas que fueron sucediendo al trono, continuaron embelleciendo el palacio.
Durante los reinados de Luis XIV, Luis XV y Luis XVI, el Palacio de Versalles fue una residencia real en donde las obras y mejoras fueron constantes. Cada monarca transformaba, cambiaba o añadía algo nuevo al palacio. Versalles se compone de tres palacios: Versalles, Gran Trianón y Pequeño Trianón, además de varios edificios situados en la villa. Si bien Luis XIII mandó a edificar allí un pabellón de caza con un jardín, es Luis XIV su verdadero creador, ya que lo amplió y desarrolló.
Para visitar el Palacio de Versalles, se necesita separar un día, por la gran cantidad de estancias y espacios que se pueden recorrer. Cada una con su particularidad, detalles decorativos, riqueza artística y mobiliario característico de la época.
Entre los espacios que más se detienen los visitantes a observar, son los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, que contienen elementos decorativos muy hermosos y de gran delicadeza.
En la tercera y última etapa (1678-1692) de obras del Palacio de Versalles, realizada por Jules Hardouin-Mansart, se construyó la capilla real a doble altura y con acceso directo desde el exterior, ubicando la tribuna real en el piso principal.
Y llegamos a uno de los espacios más visitados en el Palacio de Versalles, la Galería de los Espejos. Es una galería impresionante de 73 metros de longitud que posee 375 espejos, además de esculturas, lámparas de cristal exquisitas y pinturas murales, entre otros elementos decorativos de gran belleza. Y fue precisamente en la Galería de los Espejos, el lugar donde se pondría fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del tratado de Versalles en el que, en 1919, evento que mencionamos al comienzo de este artículo.
En 1789 el palacio de Versalles dejó de funcionar como sede oficial del poder y posteriormente se convirtió en el Museo de la Historia de Francia. Desde 1995, está administrado por el establecimiento público del museo y del dominio nacional de Versalles, una entidad pública que opera bajo control del Ministerio Francés de Cultura.
Ahora le toca el turno a los jardines del Palacio de Versalles que son una verdadera obra de arte. Iniciados los trabajos en 1661, lo más asombroso es que este gran espacio lleno de jardines, bosques y parques fue diseñado por un simple jardinero, que no tenía estudios formales en jardinería. El trabajo asombroso de André Le Nôtre en el Palacio de Versalles marcó su carrera, así como la historia de Francia y de todos los que hemos podido llegar hasta allí para contemplarlo y disfrutarlo. Su labor duró veinticinco años, un periodo en el que la ampliación de los jardines de Versalles fue continua.
Con una extensión de más de 800 hectáreas a lo largo de las cuales se extienden plantas y todo tipo de árboles, los jardines de Versalles lucen una simetría y estructura elegantemente ejecutada. La construcción de los jardines fue un trabajo muy duro, ya que el terreno estaba ocupado por bosques y terreno pantanoso, por lo que se necesitó la ayuda de miles de hombres para transportar tierra y todo tipo de árboles.
Además, el recorrido por toda la zona es un deleite, por la gran cantidad de estatuas de mármol, estanques y fuentes que se encuentran a cada paso.
Entre las dos creaciones que hicieron que André Le Nôtre pasara a la posteridad, se encuentran además de los parterres de bordado, el Gran Canal del Palacio de Versalles.
La proeza del jardinero consistió en crear una armonía visual perfecta, donde se da la impresión, en un primer momento, de que el canal es mucho más grande de lo que es en realidad.
El Gran Canal está compuesto por dos canales laterales de diferente tamaño (62 metros y 80 metros, respectivamente). El estanque con forma de cruz mide a su vez 23 hectáreas. El diseño de la cruz sobre el plano parece torcido por su asimetría. Sin embargo, hay que imaginar que cuando el rey llegaba a la altura del estanque de Latona todo parecía en una armonía perfecta. ¡Una maravilla!
Antes de llegar al Gran Canal, delante se encuentra uno de los estanques más famosos de los Jardines del Palacio de Versalles, es el estanque de Apolo. André Le Nôtre, lo diseñó y construyó para ilustrar el mito de Apolo, al que se representaba con el Sol, de la misma forma que al rey Luis XIV. Por lo tanto, la escultura central del estanque de Apolo es una parte muy importante del jardín. El Carro del Sol, la obra central del estanque, fue realizado en 1668-1671 en plomo dorado. Se representa a Apolo emergiendo del agua, tirado por cuatro caballos. El escultor, Jean-Baptiste Tuby, añadió a sus pies a Faetón, caído del carro y casi hundiéndose en el estanque, además de tritones (una especie de salamandra semi acuática) que tocan la caracola y ballenas. La escultura se fabricó en la Fábrica de los Gobelinos de París y después fue trasladada a Versalles en 1670.
Finalizamos nuestro recorrido por los jardines cuando esperamos que el estanque de Apolo se manifestara en todo su esplendor.
Fuentes consultadas:
https://www.paris.es/palacio-versalles
https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_Versalles
https://www.paris.es/palacio-versalles
https://www.pariscityvision.com/es/versalles/historia-palacio-versalles