El Castillo de Tomar ubicado en la pequeña ciudad portuguesa de Tomar en la región de Santarem, formaba parte de las estructuras defensivas militares conocida como la Línea del Tajo, junto a otros castillos existentes durante la época de la Reconquista de la Península Ibérica de los Moros. Conocido por ser un Castillo de la Orden del Temple, fue construido bajo las órdenes del Gran Maestre de la Orden en el 1160, Gauldim Pais en una cima del barrio «São João Baptista» y muy cerca del río «Nabão».
Podemos apreciar en el Castillo de Tomar varios estilos de arquitectura militar como lo son el romano, el gótico y el renacentista. El Castillo pose un sistema doble de murallas. La primera pared delimita la vieja ciudad y el patio de armas, primera línea defensiva de los Templarios. Es en esta zona que se encontraba el aljibe o cisterna. La segunda línea de murallas incluye elementos defensivos de tipo musulmán, aprendido por los Templarios durante sus cruzadas a la Tierra Santa. Dentro de esos límites se encuentra la ciudadela y el Convento de Cristo.
El Convento de Cristo es conocido por ser uno de los principales monumentos de Portugal y el mayor asentamiento templario del país.
Se le refriere a este lugar como el último refugio de los Caballeros Templarios ya que la bula papal del año 1312 ordenaba la extinción de la Orden y el traspaso de todos sus bienes a la Iglesia. Sin embargo, en una movida astuta, el Rey Dinis de Portugal influye en la creación de una nueva Orden, la Orden de Cristo, a quienes les entrega todos los bienes de los Templarios. Así el rey Dinis, promueve la continuación de los Templarios en Portugal bajo un nuevo nombre. No obstante, aún hoy, se les sigue llamando los Templarios de Tomar.
La joya más preciada protegida por el Castillo Templario de Tomar, es sin duda el Convento de Cristo, donde se encuentra la Iglesia redonda llamada la Charola. Su forma se basa en la Rotunda do Santo Sepulcro en Jerusalén. La Charola es el “Oratório dos Templários”, el oratorio privado de los caballeros templarios dentro de la fortaleza de Tomar. Fue construida en el siglo XII y sigue el estilo de las iglesias bizantinas.
La Charola es una estructura octogonal de dos pisos sustentada por ocho pilares; una girola con bóveda anular separa dicho octógono del polígono exterior de dieciséis lados. El interior es adornado con pinturas y tallas de madera policromada de varios artistas portugueses y refleja claramente el poder y riqueza de la orden del temple en Portugal.
El convento cuenta con varios claustros construidos en diferentes épocas, siendo el principal el “Claustro dos Felipes”, compuesto por dos pisos, con columnas toscanas en la planta baja, y jónicas en la superior. La decoración manuelina se une a otros estilos presentes por todo el recinto. Fue mandando construir por Juan III de Portugal a mediados del siglo XVI y se atribuye a Diogo de Torralva. Es de estilo manierista que se corresponde con el último periodo renacentista. En el centro del patio podremos ver una fuente cuya base nos recuerda la forma de una cruz templaria.
Una de obras decorativas más emblemáticas del estilo manuelino en el Castillo es la “Ventana do Capitulo”. Con una decoración con motivos vegetales y cadenas, muy del estilo maunuelino, la ventana se encuentra sobre el claustro de Santa Bárbara.
Ambos elementos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 30 de junio de 1983.