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El Anfiteatro Romano de Mérida, España

La construcción del Anfiteatro Romano se planificó junto con la del Teatro Romano en lo que en ese tiempo se conoció como la colonia Augusta Emerita, ciudad romana fundada en el año 25 a.C. por orden del emperador Augusto y que hoy conocemos como Mérida, España. Aunque se construyeron en fechas distintas, tanto el Anfiteatro, como el Teatro, estaban diseñados para complementar el entretenimiento romano. La diferencia básica entre ambos radica en su forma, el anfiteatro tiene forma ovalada, mientras que el teatro es un semicírculo. Y tanto uno, como el otro, nos permiten entender el modo de vida y espectáculos públicos que disfrutaba la sociedad romana en época antigua.

Nuestro recorrido comenzó por el Anfiteatro Romano, que forma parte del Conjunto Arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Es uno de los mejores ejemplos de anfiteatro romano conservado en España, y es considerado uno de los monumentos más importantes del conjunto arqueológico de la antigua Emerita Augusta.

El Anfiteatro Romano de Mérida se construyó aproximadamente en el año 8 a.C. con la finalidad de la celebración de espectáculos de tipo violento muy populares en esa época. Aquí se presentaban desde luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras, denominadas venatio, hasta ejecuciones públicas. Como dato curioso, los textos clásicos cuentan cómo los gladiadores se encomendaban a Némesis -diosa de origen griego, que simboliza venganza, pero también la justicia y la fortuna-, antes de comenzar el combate rezándole la oración que sigue en latín: “A Némesis, para que salga con los mismos pies con los que he entrado”.

La capacidad estimada de espectadores en las gradas del Anfiteatro Romano de Mérida era de quince mil. El diseño de su planta de forma elíptica cuenta con un eje principal de 126 metros (413 pies) y uno menor de 102 metros (334 pies), mientras que la arena mide 64 metros (210 pies) por 41 metros (134 pies). El área de la arena central está rodeada por gradas y se observa un gran foso. En él se asentaban los pilares de madera que sostenían las tarimas y, bajo las cuales, se ocultaban no solo las fieras, sino la maquinaria necesaria para el desarrollo de unos espectáculos muy complejos.

Este anfiteatro contó con tres puertas de acceso principales: dos para entrada del público y una entrada monumental para desfiles de gladiadores. El graderío, dividido en tres sectores, ima, media y summa cavea, se construyó, en parte, sobre la misma colina que el Teatro Romano. Tras su abandono, relacionado con la oficialización del cristianismo en el siglo IV d. C., parte de su estructura se fue ocultando bajo tierra y la que quedó descubierta, sobre todo la summa cavea, sufrió el robo de materiales para ser utilizadas en otras obras.

Como mencionamos anteriormente, el Anfiteatro Romano está situado junto al Teatro Romano de Mérida, formando un complejo cultural muy relevante en la Hispania romana. Es un sitio arqueológico accesible al público, en donde se puede recorrer parte de las gradas, pasadizos, y la arena central. Además, su visita está incluida en el recorrido del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.