La “Basilica di Santa Maria Maggiore”, es una de las que pertenece a un selecto grupo de templos que fueron nombrados basílicas mayores por algún Papa. En Roma, tenemos como basilicas papales a la «Basilica Papale di San Pietro in Vaticano», «Basilica di San Giovanni in Laterano», «Basilica di San Paolo fuori le Mura» y «Santa Maria Maggiore». Todas pertenecen al Vaticano y tienen preferencia en su uso el Papa de turno. La “Basilica di Santa Maria Maggiore” obtiene su distinción en el 1390, año que se conmemoró el jubileo católico, evento que sucede cada veinticinco años.
El templo original de la “Basilica di Santa Maria Maggiore”, también se le conoció con el nombre de Basílica Liberiana, por haber sido el Papa Liberio quien ordenó su construcción. Se construiría como santuario en el lugar donde se produjo la aparición de la Vírgen María y sobre los restos de un templo dedicado a la diosa Cibele, “la Gran Madre”, según los romanos.
Esta Basílica Papal, además fue dedicada a la “Santísima Virgen de la Nieve” y con frecuencia se utiliza este nombre para hacer referencia al templo. Según cuentan, una nevada en el Monte Esquilino, en el año 358, dejó sobre el suelo un dibujo de la iglesia. El Papa Liberio usó dicha imagen para la construcción del templo en el año 360.
Se le nombra o designa la “Maggiore” por ser el templo más grande en Roma dedicado a la devoción de la Vírgen María. Esto sucede cuando el Papa Sixto III ordena su construcción.
La “Basilica di Santa Maria Maggiore” que se observa hoy, es el resultado de diversas restauraciones y ampliaciones que comenzaron en la Edad Media. Eso incluye la construcción del campanario que cuenta con 75 metros de altura. De hecho, es el más alto en toda Roma. Las obras en la estructura continuaron hasta el siglo XVIII.
A consecuencia de las muchas intervenciones en la estructura, los estilos arquitectónicos que podemos apreciar en ella son diversos. Desde el paleocristiano hasta el Barroco, todos están presents en esta hermosa basílica.