La Ciudad de Málaga, se extiende a sus pies, se trata del Castillo de Gibralfaro, una de las fortalezas más invencibles de la península ibérica.
Recibe la colina donde se ubica el castillo, el nombre de Gibralfaro, al contar con un faro el recinto fenicio antiguo, conocido en aquellos tiempos como Jbel-Faro, o monte del faro. Fue Abderramán III quién transformó en fortaleza las ruinas antiguas existentes desde antes de la llegada de los romanos. La fortaleza fue ampliada y convertida en alcázar por el rey nazarita Yusuf I en el año 1340. Más tarde, durante todo el verano del año 1487, el castillo sufrió un fuerte asedio por parte de los Reyes Católicos. Así fue como, tras la victoria, terminó el castillo como residencia temporal de Fernando el Católico. Además, de designar el castillo como elemento del escudo de armas de la ciudad.
La importancia del Castillo de Gibralfaro, según información provista por la Diputación Provincial, queda demostrada por medio del Texto de la Real Cédula de 30 de agosto de 1494, por la que se adopta el escudo de la ciudad de Málaga:
“La forma de la mesma ciudad e fortaleza de Gibralfaro con el corral de los captivos en campo colorado; e por reverencia de los bienaventurados dos mártires, San Ciriaco e Santa Paula, que en dicha ciudad fueron martirizados, mandamos poner su imagen de cada uno de ellos en par en las Torres de Gibralfaro; e por la onrra del puerto, le damos las ondas de la mar; e por orladura de las dichas armas, nuestras divisas que es el Yugo y las Flechas”.
Además de contar con unas vistas panorámicas espectaculares, el recorrido por las murallas del Castillo de Gibralfaro permitirá tener una clara perspectiva de la ciudad de Málaga.
Esta fortaleza se compone de dos líneas de murallas y ocho torreones. La muralla del exterior se une con la coracha, muros dispuestos con formas zigzagueantes que mantienen unido el castillo con la Alcazaba, formando un conjunto monumental. Por su parte, la muralla interior permite hacer el recorrido por todo el perímetro de la fortaleza.
Se construyó el Castillo de Gibralfaro para albergar a las tropas y proteger la Alcazaba en los asedios, debido al uso generalizado de la cima del cerro por la artillería.
El Castillo se puede dividir en dos partes. La superior recibe el nombre de patio principal y en ella encontramos el Centro de Interpretación donde se encuentra una exposición que repasa elementos de la vida cotidiana militar en el castillo a lo largo de la historia. En esta zona se encuentra la torre Mayor, con 17 metros de altura, el pozo fenicio y los baños. El pozo de Airón está excavado en roca viva y tiene una profundidad de 40 metros.
La parte inferior, o patio de armas, concentraba los barracones de la tropa y las caballerizas. La torre albarrana o torre Blanca, orientada hacia el noreste, es una de las más visibles y en su interior conserva un aljibe, dependencias y almacenes.
La flora y árboles que se van encontrando en el recorrido por el Gibralfaro, le imparten un aire de suavidad al recinto amurallado.
El Castillo de Gibralfaro es Bien de Interés Cultural, categoría Monumento, según Ley 16/1985 de 25 de junio. Fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931.
No importa si es al principio o al final, el Castillo de Gibralfaro, es uno de los monumentos que no pueden faltar al visitar Málaga. La mejor experiencia es observar el centro histórico de esta ciudad portuaria desde la altura de esta colina histórica, y así tener una visión general de su belleza.
Fuentes consultadas:
- http://www.malagaturismo.com/es/recursos-turisticos/detalle/castillo-de-gibralfaro/12
- https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Gibralfaro
- https://guias-viajar.com/espana/malaga-subir-castillo-gibralfaro-vistas-panoramicas/