Al entrar al Palacio de Justicia en Écija, Provincia de Sevilla, lo primero que le viene a uno a la mente son los Palacios Nazaríes de la Alhambra en Granada. Efectivamente, fue la Alhambra la inspiración para su construcción.
Es del siglo XX, específicamente de los años de 1920 y antes del 1930. Originalmente, perteneció a dos hermanas ecijanas apodadas Las Tomasas. Por ello se conoce popularmente como el Palacio de las Tomasas. Ellas quedaron tan impresionadas con la Alhambra que incorporaron muchos de sus detalles en esta estructura. Se trata de un edificio de corte regionalista, por ello su estilo está vinculado al grupo de arquitectos regionalistas sevillanos del momento.
La estructura se compone de dos plantas y su portada principal, es de ladrillo y vano adintelado con frontón curvo, se enmarca por pilastras cajeadas lisas con capiteles compuestos y rematadas por pináculos que encuadran al balcón central. Al entrar al Palacio, en el zaguán, se destacan los frisos de azulejería sevillana o azulejería de Triana.
El interior se organiza en torno a un patio cuadrangular de doble arquería sobre columnas de estética granadina y arcos polilobulados profusamente decorados en yesería. Las arcadas del piso superior se conforman mediante aljimeces de finas columnillas. La escalera de acceso a la planta superior está ricamente ornamentada, es una belleza.
Actualmente, es sede de la Administración de Justicia y es uno de los edificios más admirados por los que visitan la ciudad.
Se puede visitar el Palacio de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 hrs y la entrada es gratuita.