La historia musulmana dejó una huella muy importante en España, sobre todo en Andalucía, pero también en otras zonas como Extremadura. Un ejemplo claro es Badajoz, donde su muralla o “alcazaba” fue testigo de los comienzos de la ciudad, que se fundó en el siglo IX. En esa época, Badajoz fue una de las ciudades más importantes durante su etapa musulmana. En 1931, la Alcazaba, fue declarada Monumento Histórico-Artístico y las obras recientes han permitido descubrir nuevas torres y detalles que la hacen aún más valiosa.

Con el paso del tiempo, esta fortaleza sufrió algunos cambios, especialmente en el siglo XII, cuando los almohades la reforzaron. Pero estos cambios no la hicieron menos sencilla ni efectiva. La alcazaba sigue en muy buen estado, siendo la construcción militar más antigua de Badajoz, la más grande de su estilo en España, y una de las mayores del mundo.

La Alcazaba de Badajoz posee unas características que ayudaron a que fuera difícil de conquistar, en parte, por la forma del terreno. Aunque los ríos Rivillas y Guadiana han hecho que el terreno tenga ciertos desniveles, los muros de la Alcazaba se construyeron de forma inteligente y fuerte. Este recinto amurallado contó con cuatro puertas principales: la del Alpéndiz, la del Capitel, la de Yelves y la de la Coraxa. Las dos primeras, hechas en época almohade, se diseñaron en “recodo”, para que los enemigos no pudieran entrar fácilmente.

En cuanto a su forma, la Alcazaba de Badajoz es ovalada y mide más de 600 metros en total. Se extendió hasta unos 1,200 metros y ocupa unas 8 hectáreas de terreno. Los materiales que se usaron para construirla fueron ladrillo, piedra, mampostería y argamasa. La parte superior de la muralla cuenta con un pasillo, llamado adarve, que conecta todas las torres y desde donde se puede caminar y vigilar toda la zona.

La torre más importante es la Torre de la Atalaya, también llamada Torre de Espantaperros, construida en el siglo XII con forma octogonal. Otras torres importantes son la Torre de los Acevedo, la Torre de la Horca, y la Torre de Santa María, que fue restaurada hace poco.

Dentro de la Alcazaba, se puede visitar el Palacio de los Condes de Roca, que ahora es el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. Además, pasear por los jardines, ver los restos de una iglesia construida sobre las ruinas de la antigua mezquita mayor (la Torre de Santa María), o visitar la Torre del Palacio Episcopal y la Biblioteca de Extremadura.

Desde la Alcazaba, las vistas de Badajoz son impresionantes y ayudan a entender lo importante que fue para su defensa y apreciar el legado musulmán en España. Desde allí se alcanza a ver el Puente de Palmas y el Convento de San José, levantado en 1917 rodeando la capilla de la ermita primitiva.
