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La Alcazaba de Mérida, España

En Mérida, una de las ciudades con la designación de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, visitamos la Alcazaba árabe, considerada la fortificación musulmana más antigua de la península ibérica. Este recinto fortificado se encuentra ubicado junto al puente romano sobre el río Guadiana, formando parte del Conjunto Arqueológico de Mérida.

Esta imponente fortaleza fue construida durante la etapa musulmana en Mérida, bajo el mandato del emir omeya Abderramán II en el año 835 d.C. El diseño y trazado de la estructura correspondieron al arquitecto Abd Allah, quien se inspiró en modelos bizantinos para su construcción, siendo la alcazaba más antigua de la península ibérica. Este recinto sirvió como sede de las dependencias administrativas omeyas, residencia del gobernador, y punto estratégico de control de acceso a la ciudad desde el puente romano. Además, funcionó como refugio para la minoría árabe durante los conflictos internos contra el poder cordobés y como base militar desde donde se desplegaban tropas del emir, tanto para sofocar revueltas de los mozárabes en el sur como para realizar incursiones en los reinos cristianos del norte.

El término “Alcazaba” proviene del árabe y significa “la ciudadela”. Se refiere a una construcción o recinto fortificado de carácter urbano, destinado a servir de residencia a un gobernador y a defender un lugar determinado. A diferencia de los castillos, la Alcazaba suele albergar en su interior una medina, es decir, una pequeña ciudad.

 

Según una inscripción instalada en su puerta principal, que restringía el acceso a la zona militar, indica que la Alcazaba de Mérida fue inaugurada en el año 835 y, que fue construida por Abd al-Rahman, en nombre de Alá, para proteger a quienes obedecen al emir. Esta puerta, en un principio, sirvió para proteger a los gobernantes y súbditos musulmanes de posibles sublevaciones de la población emeritense, además de controlar el paso del puente sobre el río Guadiana. A su derecha se ubica la puerta que restringía el acceso a la zona militar.

Foto y Moneda

Al entrar a la Alcazaba se puede observar los restos de la cimentación de la llamada «Puerta del Puente». Esta era una de las cuatro entradas principales que tuvo la muralla de la ciudad romana. Hay que imaginarla monumental, con dos grandes arcos bajo los que circulaban personas y vehículos en esa época. Y es gracias a la imagen de la moneda propia acuñada durante 62 años por la ciudad romana de Augusta Emerita (desde su fundación en el 25 a.C. hasta época de Tiberio año 37 d.C.), que se ha podido conocer la forma de la «Puerta del Puente». Su imagen, con la doble puerta entre las torres, es hoy el símbolo heráldico de Mérida.

El perímetro de la alcazaba estuvo protegido por un extenso foso, salvo en el sector que da al río Guadiana. A lo largo de su extensión, se distribuyen 25 torres macizas integradas en la muralla. Las torres albarranas, es decir, separadas del cuerpo principal de la estructura, fueron añadidas en épocas posteriores por la Orden de Santiago. Los muros de su muralla, con un grosor de aproximadamente 2,70 metros, están construidos con sillares y materiales reutilizados de épocas anteriores. Su núcleo está compuesto por cascajo, tierra y fragmentos de granito, lo que refleja las técnicas constructivas de la época.

En el interior del fortín se conservan restos arqueológicos de época romana, incluyendo la calzada principal de la ciudad, los cimientos de la muralla y de una puerta monumental con dos vanos y torres.

En su interior se encuentra un aljibe, único en la península. Se trata de una cisterna subterránea que almacena agua filtrada desde el cercano río Guadiana, accesible mediante una doble escalera desde el piso inferior de una torre. Destacan en su interior las pilastras reutilizadas de un edificio visigodo, cuya decoración en relieve presenta columnas en los laterales y motivos vegetales que enmarcan círculos alrededor de racimos y palmetas en sus frentes.

Encima de este aljibe se levantó una mezquita, cuya planta aún puede reconocerse, y que posteriormente fue convertida en iglesia. El tercer piso, posiblemente destinado a una torre de señales, ya no se conserva.

Otras áreas excavadas en la fortaleza revelan vestigios anteriores a su construcción. Así se encuentra, un tramo de la calzada romana bien conservado, que continúa en la Zona Arqueológica de Morerías, y una vivienda urbana romana que muestra múltiples reformas a lo largo del tiempo. Sobre esta casa romana, excavada por primera vez en 1969 y a finales del siglo XX, nuevos trabajos arqueológicos permitieron conocer los límites de la vivienda y su última reforma, unos baños privados construidos entre los siglos III y IV.

El pórtico que se muestra fue construido a finales del siglo XIX por un particular, tapando parte de la Torre de la Pólvora y reutilizando materiales romanos y visigodos en sus columnas. En la esquina se localizaba el palacio del gobernador andalusí. Era un recinto amurallado, aislado del resto de la alcazaba, y protegido por dos torres interiores, diseñado como último reducto defensivo en caso de que hubiera tenido éxito un asalto a las murallas. Aprovechando sus muros se fueron añadiendo construcciones cristianas como la Torre de la Pólvora y el Conventual Santiaguista. La Orden de Santiago tuvo su sede aquí en 1578. El edificio fue rehabilitado y en la actualidad es la sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura.

En toda esa parte norte de la alcazaba, en una especie de zona ajardinada, podemos ver numerosos sillares, columnas y elementos constructivos de las diferentes etapas históricas.

Finalmente, se puede contemplar un tramo de la muralla romana fundacional, reforzada con piezas de granito reutilizadas, intervención que, según los datos disponibles, data del siglo V d.C.