El Palacio del Rey Don Pedro es la gran aportación mudéjar al Alcázar de Sevilla (1364-1367). La fachada de este gran palacio se despliega en el Patio de la Montería como un gran retablo. Responde a esquemas musulmanes y eventualmente bizantinos, además muestra una organización tripartita.
El rey don Pedro I, sobre todo en Tordesillas y Sevilla, empleó la epigrafía árabe para ensalzar sus virtudes. Esto se debe a que, a partir del siglo XIV, los monarcas castellanos dejan de copiar las tendencias europeas para inspirarse en los modelos de Andalucía. Esto hizo que este palacio de Pedro I contenga diversas escrituras en árabe enriqueciendo la estructura.
La portada central, de piedra almohadillada, está bordeada por arcos ciegos polilobulados que se prolongan en un entrecruzado, formando paños de sebka. Estos son elementos decorativos que forman un entrelazado geométrico para cubrir, por ejemplo, muros y arcos, entre otros. Se organiza a manera de paneles dividiendo el espacio. Un gran friso, donde conviven elementos árabes y cristianos: decoración vegetal esquematizada junto con escudos de Castilla, de León y la Orden de la Banda, separa las dos plantas.
Por la parte alta recorre una galería porticada de arcos polilobulados igualmente organizada en tres partes. Una hermosa inscripción de caracteres cúficos realizada en cerámica azul dice: “No hay vencedor sino Alá”, y en torno a ella, otra inscripción, en caracteres góticos, afirma, “El mui alto y mui noble y mui poderoso y mui conqueridor don Pedro por la gracia de Dios Rey de Castiella et de Leon mando fazer estos Alcázares y estos Palacios y estas portadas que fue fecho en la era de mil et quatrocientos y dos”. La era hispana comienza en el 38, el año 1364 corresponde al calendario gregoriano. Toda la portada queda cobijada bajo un enorme alero de madera mocárabes. La madera empleada mayormente es de pino, tanto para los artesonados (aljarfes), para las puertas con lacerías doradas o policromadas y los marcos de las ventanas.
El Salón del Techo de Felipe II, realizado en la época de su reinado, se atribuye al Maestro Mayor de carpintería Martín Infante, entre 1589 y 1591. El techo, conocido como de ‘’media caña” por su traza, se compone de distintos casetones cuadrados decorados con motivos geométricos. Por uno de los lados del Salón se llega al Jardín del Príncipe y por el otro al Salón de los Embajadores, siendo un acceso de gran solemnidad. Lo forman tres arcos de herradura encuadrados por una línea conocida como “alfiz”, y a su vez enmarcado con otro gran arco. Se conoce con el nombre de “Arco de los Pavones”, siendo el pavo real símbolo de lo permanente, de lo inmortal, ave del paraíso, símbolo de la cultura islámica del poder del monarca.
El Patio de las Doncellas fue el centro del espacio público del Palacio del Rey Don Pedro I. La obra original del siglo XIV corresponde a la galería baja. Rodea este magnífico espacio cuadrangular, cuatro galerías; dos de siete y dos de cinco arcos. Los arcos lobulados están decorados con sebka y relieves en yeso, resultando estas ornamentaciones y la propia estructura en una gran obra de geometría y simetría. Completan el conjunto: la concha (símbolo de fertilidad y vida), la mano de Fátima (sinónimo de protección), composiciones geométricas de lazo, decoración vegetal esquematizada y cartelas con epigrafía árabe de estilo cúfico. Los escudos de los monarcas españoles rematan la decoración de esta galería.
Un zócalo de cerámica recorre la parte inferior del muro, realizado mediante técnica del alicatado. La parte central del patio de las Doncellas estuvo cubierta con una solería de mármol, con una fuente renacentista en la parte central durante casi 500 años. Después de las excavaciones de 2005 se muestra tal y como se creó en el siglo XIV.
En cuanto a la planta baja había algunas estancias que eran accesibles para los invitados, mientras que en la planta superior solamente había habitaciones privadas. La planta superior de este patio fue reformada entre 1540 y 1572, siendo una ampliación posterior que realizaron los Reyes Católicos. El Rey Carlos I de España, V de Alemania, hace una gran reforma en el Alcázar, con motivo de su boda.
El Patio de las Muñecas se piensa que era la zona del palacio destinada a la reina, siendo este un patio doméstico. En la reforma realizada entre los años 1847 y 1855, se añadió una cornisa con mocárabes y un entresuelo neomudéjar entre la planta baja y la primera planta. Las diez columnas de mármol actuales fueron realizadas por el marmolista José Barradas en aquella reforma.
El nombre «de las Muñecas» es antiguo. En 1637 el historiador Rodrigo Caro especuló que podría llamarse así porque ahí era donde se criaba a los niños o porque es un patio muy pequeño. En la actualidad se cree que puede deberse a unos rostros de niñas o muñecas que se encuentran al comienzo de los arcos.
El Salón de Embajadores es el lugar más esplendoroso y fastuoso del palacio. Aquí se ubicaba el salón Al-Turayya o de las Pléyades del Alcázar Al-Mubarak o de la Bendición de Al-Mutamid. El salón actual corresponde a la construcción de Pedro I. Tiene planta cuadrada (qubba) y está cubierto por una cúpula semiesférica dorada bellísima. Este tipo de cúpula responde a un modelo que que es llamado «media naranja» y fue realizada por Diego Ruiz en el año 1427.
Los muros del Salón de Embajadores, al igual que en otras estancias del palacio, están decorados con azulejos y yeserías. En la parte superior del salón hay balcones de madera construidos a finales del siglo XVI. En dos laterales hay entradas con dos columnas de mármol que sostienen triples arcos de herradura.
El Salón de los Tapices del Real Alcázar de Sevilla, fue reconstruido totalmente en el siglo XVIII. Está decorado con seis tapices de la conquista de Túnez por Carlos I, realizados en la década de 1730. De los diez tapices producidos en la década de 1730, seis se encuentran en esta sala del Alcázar de Sevilla y los otros cuatro están en Madrid. Los que se encuentran en el Alcázar de Sevilla son: El mapa, Toma de La Goleta, Toma de Túnez, El ejército acampa en Rada y Reembarque de La Goleta.
El Palacio Gótico fue mandado a construir por Alfonso X El Sabio (1252-1284). Representa el triunfo del ideario cristiano frente al pasado musulmán. Se trajeron canteros de Burgos, construyendo el palacio nuevo sobre el palacio antiguo almohade, respetando el Patio del Crucero.
Está constituido el Palacio Gótico por dos salones rectangulares paralelos en longitud y otras dos salas más pequeñas transversales. Las cuatro estancias estaban cubiertas por bóvedas de crucería, sostenidas por pilares adosados al muro. En el siglo XVI, se reforma sustituyendo los pilares por ménsulas, se abren grandes ventanales al jardín y se decoran las salas con un gran zócalo de cerámica.
Nuestro tercer y último artículo del Real Alcázar lo dedicaremos a sus hermosos jardines, fuentes y estanques.
Fuentes consultadas:
• https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Alc%C3%A1zar_de_Sevilla
• https://www.alcazarsevilla.org/historia/