Si miramos la fachada norte de la Catedral encontraremos la Plaza de la Inmaculada enmarcada por el Monasterio de San Martiño Pinario. Es también conocida como la Plaza de la Azabachería, por haber albergado por mucho tiempo talleres dedicados a la talla del azabache.
Hoy día aún se congregan artesanos en esta plaza para crear y vender sus productos, algunos utilizando la piedra semipreciosa de azabache y otros, ofreciendo otra variedad de artesanías.
La Plaza de la Inmaculada es el lugar donde desembocan los últimos tramos de los “Caminos de Santiago” conocidos como Camino Francés, Inglés y del Norte, para así completar el recorrido hasta la Puerta del Paraíso de la Catedral. De hecho, en la Edad Media se conocía esta plaza por el nombre de Plaza del Paraíso.
Es precisamente en la Plaza de la Inmaculada, que se encontraba la “Fons Mirabilis”, fuente donde se aseaban los peregrinos antes de entrar a la catedral. Actualmente, dicha fuente la podemos encontrar dentro del Claustro de la Catedral.
