En lo alto de la Sierra de Sintra (Portugal), específicamente sobre el Monte de la Pena, se encuentra uno de los máximos exponentes del Romanticismo del siglo XIX, el colorido Palacio Nacional da Pena. Antes de llegar a Sintra, teníamos una idea de cómo era el palacio, pero nada se compara con estar allí y verlo en todo su esplendor.
Originalmente fue construida una ermita bajo el auspicio del Rey Juan II. Posteriormente, el Rey Manuel I, conocido como “El Afortunado”, ordenó una transformación y reconstrucción del monasterio en honor a “Nossa Senhora da Pena”, donando el mismo a los frailes de la Orden de San Jerónimo. El terremoto de 1755 destruyó casi totalmente el monasterio sobreviviendo solo la capilla con un retablo de alabastro. Los frailes abandonaron el monasterio y se re localizaron en el Monasterio en Belem en Lisboa.
En el 1836, el Rey Fernando II ordena la construcción del actual palacio sobre las ruinas del antiguo monasterio para que sirviera de residencia de vacaciones a la familia Real, completándose las obras en el 1839.
El Palacio da Pena no solo nos deja asombrados con su colorido, sino también por la manera intencional que se mezclan los estilos arquitectónicos. Entre los estilos que encontramos podemos apreciar el neogótico, neomanuelino, neoislámico y neorenacentista. Además, en menor escala encontramos detalles de la arquitectura colonial. Las obras del palacio fueron dirigidas por el arquitecto alemán Ludwig Von Eschewege.
El palacio se divide en cuatro áreas principales; los cimientos y murallas exteriores, el edificio del Convento y Torre del Reloj, el Patio de los Arcos (Moriscos) frente a la capilla y la zona palaciega con su gran baluarte cilíndrico.
El enclave es rodeado por jardines con diversa vegetación y árboles de todas partes del mundo. Además, el Rey Fernando II diseñó varios caminos sinuosos que llevan hacia el descubrimiento de lugares notables o de vistas exóticas. Como ejemplo se encuentran la Cruz alta, el Alto de San Antonio, el Alto de Santa Catarina, La Gruta del Monje, la fuente de lo Pajaritos, y el Valle de los Lagos.
El Palacio da Pena, es sin duda, un lugar maravilloso que engalana la ciudad de Sintra.