Los Romanos sabían muy bien lo que hacían cuando fundaron a Astigi, convirtiéndola en cabeza de una de sus cuatro provincias en la Bética. Astigi se convirtió en el eje principal para su Vía Augusta, la carretera principal de Andalucía.
La Cuidad del Sol, la Sartén de Andalucía o la Ciudad de las Torres, era totalmente desconocida para estos boricuas. Nuestro amigo Pablo Ojeda nos introdujo a Écija, como actualmente es conocida. La cuidad de Écija es un conjunto histórico, cuyas riquezas artísticas descubrimos en nuestra estadía. Por ello se le conoce también como el Centro Artístico de Andalucía.Su localización privilegiada la hace el mejor centro de mando para lanzarse a la conquista de toda Andalucía. Desde las instalaciones del Palacio de los Granados, un bello hotel boutique, iniciamos nuestra aventura andaluza.
Un dato que nos llamó mucho la atención es el esfuerzo de preservación y conservación en Écija. Durante la reconstrucción de la Plaza España, se descubrió un importante yacimiento Romano, conservando el Estanque Romano que data del siglo primero, antes de Cristo.
Muchos de los artefactos y estatuas encontrados en estos descubrimientos arqueológicos, ahora son parte de la colección permanente del Museo Histórico de Écija, localizado en el Palacio de Benameji.
El Ayuntamiento de Écija queda a un extremo de la Plaza de España. Lo rodea una serie de edificios notables, entre ellos la Iglesia de San Francisco y el Mirador de Benameji.
¡Que muchas torres tiene Écija!Por eso se le conoce también como la Cuidad de las Torres. La influencia de los monarcas de Castilla es muy evidente por toda la ciudad contando con muchas iglesias católicas, con sus torres para sus campanarios.
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La Iglesia de San Juan Bautista fue una de las que más nos gustó. Desde lo más alto de su torre se puede apreciar toda la cuidad con todas sus torres. La Iglesia cuenta con una capilla pequeña. Lo que hoy vemos como un patio, antiguamente fue el templo original, apreciándose parte de lo que fue el altar principal. Además, se descubrieron restos de un templo romano, sobre la cual se construyó la Iglesia. Otras torres que descubrimos en Écija fueron en la Iglesia de Santa María, en la Iglesia de Santa Cruz, la Iglesia del Carmen, Iglesia Santa Ana, Iglesia de Santiago, Iglesia de Santa Barbara y la Iglesia de San Gil por mencionar algunas. Así también encontramos las Torres de las Gemelas o Torres de la Iglesia de la Concepción.
Encontramos otras iglesias que en lugar de torres contaban con espadañas. La espadaña es un campanario de una sola pared en la que existen huecos donde están colocadas las campanas. La Iglesia de San Francisco frente a la Plaza de España es un ejemplo de esto.
Muchas de las Iglesias son de estilo gótico-mudéjar, mientras otras fueron construidas sobre antiguos templos mudéjares. Lamentablemente, el terremoto de Lisboa de 1755 dañó muchas estructuras en la cuidad.
Écija cuenta con varios conventos y monasterios antiguos. Convento de las Florentinas, Convento de Santo Domingo, Convento de las Marroquíes, conocido como el Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción, son algunos. Además, la cuidad cuenta con estructuras religiosas de la Orden de los Carmelitas Descalzos.
Los palacios parecen haber dominado el casco de la cuidad. Por ejemplo, el Palacio de las Teresas es el Museo Palacio de Palma, la Casa de las Tomasas es el Palacio de Justicia. El Palacio de los Granados es ahora un hotel y el lugar que nos acogió en nuestra visita a Écija.
El Palacio de Benameji es actualmente la cede del Museo Histórico Municipal. Otros palacios dignos de visitar son el Palacio de Valdehermoso, Palacio Peñaflor y el Palacio Santaella, por mencionar algunos.
¡Écija tiene mucho que ofrecer! Para descubrirlo, hay que lanzarse a la calle y caminar. Así conocimos, la Plaza de Colón,la Casa Señorial de JN Diaz Custodio, la Torre Albarrana, la Casa del Gremio de la Seda, el “Hospitalito” o Iglesia de la Concepción.
El casco urbano tiene de todo para todos los gustos. Notamos mucha actividad comercial tanto en tiendas como en restaurantes. Basta con caminar por la Avenida Miguel de Cervantes para encontrar de todo y a muy buen precio. Al sur de la cuidad se encuentran los grandes mercados y tiendas por departamentos.
En cuanto a transportación, desde la estación del Bus en la Avenida del Genil nos pudimos trasladar a todos los centros urbanos más importantes de Andalucía y comunidades aledañas.
Las alternativas para comer son extraordinarias. Nuestros lugares favoritos fueron El Central frente a la Plaza de España y Las Ninfas, dentro del Museo Histórico de Écija.
Sin olvidar las delicias que nos ofreció nuestro amigo Francisco Ortiz Roca en el Palacio de los Granados.
Pero lo más impresionante que tiene Astigi o Écija, es su gente. El calor humano que sentimos de la gente de este pueblo fue sensacional. En poco tiempo se creó todo un círculo familiar con personas como Francisco, Rafa y Elena con su pequeño Alejandro, José María y Sergio, Antonio, Salvador y Armando.
Agradecemos de todo corazón, a nuestros amigos Pablo Ojeda y Francisco Ortiz Roca por su invitación a conocer y descubrir este tesoro turístico escondido.
Astigi o Écija, no importa cómo la queremos llamar, fue nuestra base para visitar Andalucía, pero es por sí sola, un lugar obligado a visitar y disfrutar.
