La Capilla del Sagrario de la Mezquita Catedral de Córdoba, España, fue de esas sorpresas que te dejan boquiabierto. Después de ver tantos elementos arquitectónicos combinados de la cultura árabe y de la cristiandad, de repente encontrarte con esta capilla llena de pinturas murales por todas sus paredes, columnas, arcos y cabecera, fue increíble.
Este es uno los lugares dentro de la Mezquita Catedral donde se ofrece diariamente la liturgia católica. Se dice que es el templo parroquial de mayor antigüedad de la diócesis de Córdoba, y que custodia una serie de Libros Sacramentales que datan del año 1520. Sus arquitectos fueron Hernán Ruiz I y III. Se convierte en Sagrario de la Catedral para el último cuarto del siglo XVI, y antes de ese tiempo, sus funciones eran como capilla de Santiago o Librería Capitular.
La planta de la Capilla es rectangular y se divide en cuatro tramos y tres naves, que se hallan cubiertos por bóvedas de crucería gótica. La portada que da acceso a la Capilla consta de un arco de medio punto, sostenido por pilastras policromadas y cuyos capiteles son de orden jónico. Definitivamente, su atractivo más destacable son sus pinturas murales al óleo, encargadas por el obispo Antonio de Pazos y Figueroa, al pintor italiano César Arbasia, iniciándose la obra en 1578 y finalizándola en el año 1586. Se dice que posiblemente constituyan la muestra más importante de pintura mural contenida en todo el territorio andaluz.
En la Capilla del Sagrario tenemos una aparición temprana de elementos arquitectónicos propios del barroco, como son por ejemplo, las columnas salomónicas y los intercolumnios(1).
Podemos encontrar en la Capilla del Sagrario, la presencia de los santos mártires cordobeses, además de motivos paisajes, grutescos(2), ángeles y símbolos de la Pasión. En el altar principal se encuentran pinturas representativas del rey David y al profeta Isaías. Sin embargo, una de las composiciones que más llaman la atención en el altar principal, es la de la Santa Cena. Se ubica en el presbiterio y también fue realizada por el pintor italiano César Arbasia.
La reja que separa la Capilla del resto del edificio es de hierro policromado, y fue realizada por el rejero Hernando de Valencia en el mismo año que se comenzó la construcción de la Capilla, 1578.
El testero(3) de la izquierda lo ocupa el lienzo que muestra a Jesús despidiéndose de su madre la Virgen. Se enmarca el lienzo por una arquitectura “fingida” de columnas salomónicas que sostienen un frontón curvo partido donde se hallan recostadas las Virtudes, que se encuentran flanqueadas a su vez por una vidriera.
El testero del lado derecho muestra idénticas figuras a las del lado izquierdo, recostadas sobre un frontón enmarcando una vidriera. En la parte central del testero se encuentra representada la Oración en el Huerto.
Notas:
(1) Se denomina intercolumnio al espacio vertical que queda entre columnas iguales y muy próximas formando parte de una misma composición arquitectónica. Dicho espacio puede ser liso y vacío, decorado, o con huecos. La arquitectura clásica de la antigua Roma ya utilizaba los intercolumnios para incluir en ellos representaciones decorativas, generalmente a base de medallones, relieves, hornacinas, etc.
(2) Grutesco: Se refiere a una decoración complejo que representa seres fantásticos, vegetales y animales, entrelazados y formando un todo ornamental. Imita las pinturas que se hallaron en Roma durante el Renacimiento.
(3) Testero: En arquitectura, se deriva del latín testa (cabeza), sirve para designar la pared opuesta a la entrada principal. También puede referirse en una iglesia a la cabecera y normalmente se utiliza cuando ésta es plana.