San Gimignano en las Colinas de la Toscana italiana, es conocida como la ciudad de las torres. Algo que no nos debe extrañar de una ciudad que ha sido reconocida por la UNESCO por ser una ciudad medieval.
Es precisamente durante la era medieval que los palacios y castillos en forma de “casa-torre” se desarrollan por muchas partes de Europa. Este tipo de construcción era muy común durante los siglos, XIV, XV y XVI. Se dice que en San Gimignano existieron en algún momento de su historia antigua, más de 70 torres. Hoy quedan solo trece (13) Torres – Castillos, en adición al Campanario del Duomo.
En efecto, el modelo preferido de residencia medieval era la torre. El tamaño de la torre era indicativo del poder económico o importancia social de una familia. Las torres más importantes que aún existen en San Gimignano son la Torre Rognossa, Grossa y las de la familia Salvucci.
La Torre Rognossa data desde el 1200 y tiene 52 metros de altura. Se le conoció por diferentes nombres, entre estos se encuentran: la Torre del Podestà, debido a que se levanta sobre el antiguo Palacio del Podesta; la Torre dell’Orologio, por haber usado su campanario para marcar las horas sirviendo de reloj. Además, la Torre Rognossa fue usada como una prisión.
La Torre Grossa es actualmente la torre más alta en San Gimignano con una altura de 54 metros. Su construcción data del 1310 y desde el tope se pueden apreciar unas vistas espectaculares de la Toscana.
La “Torri dei Salvucci”, realmente fueron unas torres gemelas construidas por la familia más importante de la ciudad, los Salvucci’s. Estas torres sobrepasaban el límite de 51 metros establecido por el Ayuntamiento. Al reducirle su tamaño, se dejó una con más altura que la otra. Es así que nace la distinción de Salvucci la mayor y Salvucci la menor. Oculta y a la sombra de las Torres Salvucci, se encuentra la Torre Peltini.
Subiendo por la Via San Giovanni y justo antes de pasar por el Arco dei Becci se levanta la Torre dei Becci. Otras torres que aún existen incluyen: el Campanile della Collegiata, Torri degli Ardinghelli, Torre Chigi y Torre del Diavolo, entre muchas otras.
Al visitar San Gimignano y conocer la historia de sus torres medievales, queda uno sorprendido de todas esas estructuras que se han perdido con el tiempo. Tal vez se pudiera pensar en el Manhattan de la ciudad de Nueva York, sería la mejor comparación en tiempos modernos.