La Catedral de Santa Maria o Igreja Primacial de Braga es mayormente conocida como la Se de Braga. Está reconocida como la primera catedral portuguesa. No obstante, en el 1139 es cuando se le otorga tal distinción, al crearse el nuevo país de Portugal.
La ciudad de Bracara Augusta, hoy conocida simplemente como Braga, fue fundada por los romanos y por mucho tiempo fue la capital de Galicia. Es considerada como una de las ciudades cristianas más antiguas del mundo. El primer obispo de Braga fue San Pedro de Rates en el Siglo I y se alega que por instrucciones del apóstol Santiago, fundó el obispado de Tuy. Durante su obispado, se atribuyen los primeros pasos para construir lo que hoy día conocemos como la Sé de Braga, pero en forma de una capilla modesta. La diócesis de Braga oficialmente se instituye en el siglo III.
La Sé fue construida sobre los restos de un templo romano dedicado a la diosa romana Isis y fue consagrada a la Virgen María en el 1089. La construcción de la catedral fue por orden del Obispo Pedro de Braga y durante el reinado de Alfonso VI, rey de Castilla y León, que además era Rey de Galicia. Debido a esto, la Sé de Braga fue en su origen de Castilla y León antes de pasar a ser parte de Portugal.
La rivalidad y lucha por el reconocimiento de importancia para el mundo cristiano se libraba constantemente entre los obispos de Santiago de Compostela (de una fundación posterior a la de Bracara Augusta) y de Braga. Estas luchas dilataron la finalización de las obras de la catedral.
La catedral de hoy es el resultado de varios estilos arquitectónicos que comienzan en el románico, pasando por el barroco, elementos gótico-flamencos (la tumba del infante Afonso), francesas y otras influencias, incluida la manuelina, que es más notable en las dos torres que encontramos en la estructura.
El interior consta de tres naves cubiertas de maderas y separadas con arcos con cinco capillas. A pesar de seguir los esquemas austeros de la Orden de Cluny (responsables mayormento por los trabajos de la catedral) se puede ver capitales ricamente decorados. En sus más de nueve siglos de existencia, la catedral ha sufrido muchos cambios y restauraciones. Se observa un coro alto y dos órganos de tubos que hoy son completamente funcionales.
En la Sé de Braga se encuentran la Capilla de los Reyes que contiene las tumbas de los padres del primer Rey de Portugal, Enrique de Borgoña y Teresa de León (heredera del trono de Castilla y León) entre otros. La Capilla de Nuestra Señora de la Gloria fue construida como monumento funerario para el arzobispo Gonzalo Pereira. La Capilla de Nuestra Señora de la Piedad fue construida por el arzobispo Diogo de Sousa y alberga sus restos. En la Capilla de San Geraldo (originalmente en honor a San Nicolás) se guardan los restos de Santo Geraldo de Moissac y el arzobispo Rodrigo de Moura Teles. El complejo incluye además, la Iglesia de la Misericrodia y un Claustro.