En el 1886 abre sus puertas una humilde pensión con el fin de servir de hospedaje a los estudiantes universitarios en Santiago de Compostela. De esta forma nace la Casa da Troia o Casa de Troya, ubicada en la Rua da Troia en el casco histórico de la ciudad y a pocos pasos de la Iglesia Monasterio de San Martiño Pinario.
Esta emblemática posada sirvió de inspiración a Alejandro Perez para su novela “La Casa de la Troya”. Hoy, podemos encontrar un museo que recrea el ambiente y decoración que se narra en dicha novela.
Es bajo el auspicio de la Asociación de Antiguos Tunos Compostelanos y el liderazgo del mecena Benigno Amor Rodriguez, que se funda en la Casa de Troya, un espacio dedicado a los Tunos. De diversa partes del mundo, los tunos que han pasado por aquí han aportado sus becas y hasta instrumentos al Museo del Tuno.
Mostramos una imagen donde se puede apreciar la beca de la Tuna de Segreles de Puerto Rico expuesta en el Museo del Tuno.
De hecho, la Casa de Troya ha servido de residencia para muchos estudiantes puertorriqueños que a Santiago fueron a forjar sus carreras como médicos. Y como evidencia, en su fachada se encuentra una placa de agradecimiento de esos estudiantes.
La Casa de Troya fue lugar de encuentro de la Tuna de Compostela y es hoy punto de reunión y ensayos de la Tuna, Troyanos de Compostela.